Paseíllo al altar de Manzanares

Tras once años de noviazgo, Rocío Escalona dio ayer el «sí, quiero» al joven matador José María Manzanares en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia de Alicante, en una ceremonia que reunió a los más destacados nombres del toreo y a numerosos rostros conocidos. Como en los estrenos de Hollywood llenos de «glamour», los toreros desfilaron sobre la alfombra roja para llegar a las puertas de la Iglesia, ante la mirada de cientos de curiosos y aficionados. Una alfombra que le jugó una mala pasada a la pareja de Pepín Liria , que tropezó, cayó de rodillas al suelo y tuvo que ser levantada por el diestro de Cehegín.

Antes, habían llegado Francisco Rivera , El Juli y su mujer, Rosario Domecq ; Javier Conde junto a su esposa, la cantaora Estrella Morente ; El Soro , Juan José Padilla , El Fandi y el rejoneador Diego Ventura . Entre los invitados también se encontraban otras figuras como Morante de la Puebla , El Cid y Alejandro Talavante y los ganaderos Samuel Flores —a quien une una estrecha amistad con José María Manzanares padre , al que no se le vio en la iglesia—, Juan Pedro Domecq y Daniel Ruiz .

Tampoco quisieron perderse la boda los periodistas Carlos Herrera , acompañado por su mujer, la presentadora Mariló Montero , y José María García , junto a su esposa, Montse Fraile . Y otros rostros conocidos como Ramón García , Cristina Tárrega , acompañada por su marido, el ex jugador del Valladolid Mami Quevedo ; la modelo Nieves Álvarez y Marco Severini , Nuria González , el restaurador Lucio o Cari Lapique . Con un elegante frac negro y chaleco blanco, Manzanares llegó del brazo de su madre, Yeyes Samper, a la plaza de la Montañeta, donde se encuentra el templo, aclamado por gritos de «¡torero, torero!». Poco después lo hacía la novia, Rocío Escalona, del brazo de su padre, el cirujano plástico Jesús Escalona . La joven lucía un diseño de Manuel Mota para Pronovias, confeccionado en tul de seda natural de línea romántica, estilo años cincuenta.

Concluida la ceremonia, la pareja abandonaba el templo bajo una lluvia de pétalos blancos. Desde allí, los más de 500 invitados acudieron al banquete servido en el hotel Asian Garden, uno de los más lujosos establecimientos de Benidorm.