Suscribete a
ABC Premium

«Subir los impuestos sobre el trabajo en una economía con 20% de paro es insólito»

El que fuera director de la Oficina Económica de Zapatero resalta que desde mayo se ha producido un cambio de régimen de política económica en España

ernesto agudo

pOR maría jesús Pérez y Susana Alcelay

«De esta crisis no salimos con consumo, saldremos con ahorro», advierte David Taguas, presidente de la patronal de las grandes constructoras, al mismo tiempo que insta a emprender con determinación las reformas pendientes sobre pensiones y negociación colectiva.

—El asunto «divisas» parece habernos hecho olvidar el asunto «deuda». ¿Ha pasado lo peor de la crisis de deuda?

—Desde mediados de julio se ha reducido la probabilidad de que de nuevo algunas economías europeas precisen programas de ayuda internacional. En España, el cambio de régimen de política económica que se produjo en mayo ha sido clave, pero hay que cumplir los objetivos establecidos, no se puede bajar la guardia porque los problemas podrían reaparecer.

—De hecho, las necesidades de financiación de la economía siguen siendo muy altas.

«Desde julio, la probabilidad de default se ha reducido»

—Los mercados han otorgado una probabilidad significativa a que la economía española requiriera el apoyo de los fondos internacionales para afrontar su necesidad de financiación, dado que durante 2010 vencía el 40% de su deuda externa, en un ambiente marcado por el riesgo soberano y el cierre de los mercados internacionales. Desde julio, esta probabilidad se ha reducido drásticamente, cuando las principales entidades han podido emitir en los mercados de capital.

—¿Desde que Zapatero se vio obligado a dar un giro a su política?

—Sin duda. La intensificación del proceso de consolidación fiscal, consolidado en el Presupuesto de 2011, las reformas estructurales aplicadas y la publicación de los «stress testing» de las entidades financieras han sido soportes del cambio que ha devuelto la confianza a mercados e instituciones.

—Háblenos de perspectivas económicas.

—Es un otoño pleno de incertidumbres. La recuperación global se consolida, pero hay dualidad en el crecimiento. Las economías desarrolladas muestran expectativas moderadas mientras las emergentes crecen a un ritmo muy superior. También hay una disparidad en las expectativas de inflación. Las políticas monetarias expansivas podrían generar expectativas inflacionistas pero persiste el riesgo de deflación. No se puede descartar una burbuja en el precio de los bonos. Y la flexibilización cuantitativa en su segunda fase (QE2) genera dudas sobre sus efectos reales e incertidumbre sobre el diseño de la política monetaria futura.

—Los más críticos creen que el ajuste fiscal emprendido por Zapatero quebrará la incipiente recuperación.

—Las consolidaciones fiscales con éxito se basan en reducciones de gasto y no en subidas impositivas. Además, debe reducirse el gasto no productivo. Por ello, la reducción del gasto no productivo de mayo tiene efectos expansivos sobre la actividad y el empleo por varios motivos. Primero, por la reducción de la incertidumbre. Segundo, por los efectos sobre la prima de riesgo española. Tercero, por los efectos no-Keynesianos (al disminuir las expectativas de aumentos impositivos futuros aumentan el consumo y la inversión hoy). Cuarto, por el efecto demostración sobre los salarios privados de la reducción de los salarios públicos. Y quinto, porque la reducción de costes laborales abarata bienes y servicios nacionales mientras que la subida del IVA encarece los bienes y servicios procedentes del exterior, por lo que juntos configuran una devaluación competitiva selectiva.

—La subida del IVA también penaliza el consumo...

—No se trata de consumir más sino de producir más. El aumento del ahorro es compatible con el de las exportaciones netas, que aumentan el empleo y la demanda agregada.

—¿Ve problemas derivados del ajuste fiscal?

—Por un lado, la reducción de la inversión pública. Por otro, la subida de los impuestos sobre el trabajo. A las sorprendentes subidas realizadas por Andalucía, Asturias, Cataluña o Extremadura, al inicio del verano y en momentos muy críticos, se añadió la del Gobierno. Los marginales han subido entre 1,5 y 6 puntos para las rentas del trabajo que superan los 60.000 euros.

—¿Qué efectos tiene la subida del IRPF?

—Subir los impuestos sobre el trabajo en una economía con una tasa de paro del 20% es insólito, si bien el problema de fondo es que se desincentiva la acumulación de capital humano, en el que somos deficitarios. Y cuando se habla de productividad el capital humano puede que no explique todo, pero explica casi todo.

—¿Y los efectos del recorte en inversión pública?

—La actualización del Programa de Estabilidad de enero supone una contracción del PIB del 1,3% y la desaparición de 500.000 empleos, pero estos efectos negativos se podrían casi compensar con la puesta en marcha del Plan Extraordinario de Infraestructuras. El ajuste fiscal de mayo, minorado en agosto, supone reducir el PIB en 0,4 puntos y la destrucción de 150.000 empleos adicionales a medio plazo. Por tanto, efectos muy relevantes sobre la actividad y el empleo en el corto plazo y sobre la productividad, el crecimiento y, en definitiva, sobre el bienestar de los ciudadanos en el medio plazo.

—¿Había que congelar pensiones y rebajar el sueldo a los funcionarios?

—Era necesario por el «efecto demostración» sobre el sector privado. Además, funcionarios y pensionistas habían tenido ganancias de poder adquisitivo desde el inicio de la crisis. Los pensionistas lo tuvieron en 2009, cuando la inflación fue inferior a la subida de las pensiones y el Gobierno no exigió la devolución.

—Pero a los pensionistas se les ha unido la congelación salarial con una subida previa de las retenciones...

«Funcionarios y pensionistas habían tenido ganancias de poder adquisitivo desde el inicio de la crisis»

—Los pensionistas y también los trabajadores con rentas de 950 euros mensuales han soportado en 2010 una subida de las retenciones por IRPF de tres puntos y nadie ha dicho nada porque la deducción de 400 euros ha sido altamente manipulada. Ahora se pone el grito en el cielo porque en 2011 los pensionistas, excepto los que tienen pensiones mínimas, van a contribuir con el 1% de poder adquisitivo a los esfuerzos que toda la sociedad hará.

—¿Por qué no frenar los gastos de comunidades y ayuntamientos?

—Es necesario abrir un debate sobre el sistema fiscal. La reforma de finales de los setenta ha cumplido los objetivos. Ahora debemos diseñar la fiscalidad del futuro, de las próximas décadas y abrir un debate sobre el IRPF porque es el impuesto central en una democracia y adaptar el sistema a la estructura del Estado. Las corporaciones locales deben tener ingresos suficientes para atender a sus gastos, se debe aprender de los errores del pasado en el que las corporaciones se financiaban, en vez de con impuestos, desarrollando planes urbanísticos. En este sentido, se podría considerar un tramo local en el IRPF para dotar de ingresos a los Ayuntamientos.

—¿Es partidario de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años?

—La de las pensiones es una reforma muy necesaria si se quiere mantener la autofinanciación del sistema y el principio de solidaridad intergeneracional. Una combinación de reformas, que ya han sido aplicadas en las principales economías europeas, permitiría equilibrar el sistema. En primer lugar, aumentar la edad efectiva de jubilación, acorde con la mayor esperanza de vida y en segundo, extender el cómputo a toda la vida laboral.

—La reforma laboral no ha contentado a nadie.

«El objetivo de la reforma laboral es aumentar la productividad de la economía»

—No se entendió el objetivo de la reforma, que no era otro que aumentar la productividad de la economía. Era la forma de abordar simultáneamente mayor crecimiento, mayor demanda de empleo, de más calidad y estable, y mayor sostenibilidad de la deuda pública. En definitiva, aumentar el crecimiento potencial y la renta per cápita a medio plazo. Para ello debían solucionarse los dos graves problemas del mercado de trabajo: eliminar la dualidad contractual entre indefinidos y temporales y cambiar la estructura de los convenios. La reforma ha sido insuficiente para eliminar la dualidad y es poco probable que sindicatos y CEOE se pongan de acuerdo para reformar la negociación colectiva.

—¿Por dónde debe ir esta reforma?

—Hay que garantizar que el acuerdo entre empresas y trabajadores, no necesariamente los sindicatos, sea suficiente para garantizar las modificaciones de las condiciones salariales y de empleo. En la actualidad los convenios de ámbito superior impiden la aplicación de estos acuerdos. La reforma de la negociación colectiva debería permitir que las empresas sometidas a convenios de ámbito superior tengan más margen para decidir sus condiciones de empleo y reorganizar su fuerza de trabajo. Es indispensable una nueva redacción del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores y de la sección del Título III de esta ley relativa a la naturaleza y efectos de los convenios (artículos 82 y 86) .

—Otra reforma emprendida es la de las cajas. ¿Posibilitará que haya crédito para las pymes?

«Para 2011 nuestra previsión es similar a la del Gobierno»

—La economía española está endeudada y depende excesivamente de la financiación internacional, más escasa y cara. El camino está en el desapalancamiento. En las cajas de ahorro se ha avanzado con las fusiones frías (SIP), pero se producirá una segunda ronda de fusiones calientes con importantes requerimientos de capital.

—Algunos analistas creen que el escenario sobre el que se ha elaborado el Presupuesto de 2011 es optimista.

—No comparto esta opinión. Creo que el tercer trimestre hemos crecido próximos al 0,1%, por lo que 2010 va a cerrar con una caída del PIB del -0,2%, una décima por encima de la previsión del Gobierno. Para 2011 nuestra previsión es similar a la del Gobierno (1,3%) por lo que considero que el escenario base es realista.

—Hablemos de CEOE. ¿Qué perfil debe tener el nuevo presidente? ¿Debe ser o no un empresario?

—Son las empresas, no los sectores y territorios, las que deben definir sus candidatos para representarlas. Todos los perfiles son válidos, empresarial o ejecutivo, aunque cada uno de ellos configuraría una presidencia distinta.

—¿Debe aprovechar CEOE el escenario para emprender una renovación en profundidad?

—La CEOE debe adaptarse a las empresas a las que debe representar, lo que implica cambios muy notables. Modernizar la CEOE podría tener el efecto dinamizador del cambio institucional que se necesita en España.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación