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Vencedores y vencidos en el nuevo FMI

La representación china sube del 3,65% al 6,19%, tan sólo por detrás de EE.UU. y Japón

Vencedores y vencidos en el nuevo FMI pablo m. díez

pablo m. díez

Europa baja, aunque no se hunde todavía, y los países emergentes, con Asia a la cabeza, siguen subiendo. El mundo cambia y las principales instituciones económicas, como el FMI, se adaptan a los nuevos tiempos.

Reunidos el pasado fin de semana en la ciudad surcoreana de Gyeongju para preparar la cumbre del 11 y 12 de noviembre en Seúl, los ministros de Finanzas del G-20 —que incluye a los países industrializados del G-7 y las potencias en vías de desarrollo— acordaron una «reforma histórica» mediante la que los Estados más avanzados, especialmente los europeos, cederán hasta un 6% de su poder a las naciones emergentes, sobre todo las del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Aunque Estados Unidos seguirá conservando su cuota del 17%, seguido de Japón, la más beneficiada será China, cuya representación pasa del 3,65 al 6,19% y se coloca en tercera posición tras superar a Alemania, Francia y el Reino Unido.

Por su parte, la India pasa del undécimo al octavo lugar. Tras ella, Rusia y Brasil también adelantan posiciones y se cuelan en los diez primeros puestos. En total, estos cuatro países sumarán el 14,18% de las cuotas, rozando por sí solos el derecho de veto fijado en el 15%. Junto al resto de mercados emergentes, su representación se sitúa en torno al 42,29%, pero éstos rara vez votan en bloque y de forma consensuada.

En sus decisiones más importantes, el FMI necesita una supermayoría del 85%, por lo que hasta ahora sólo solían bloquear las votaciones EE.UU. y los 27 de la UE, que en conjunto suman un 32% de las cuotas y actúan al unísono. Aunque la UE deberá ceder parte de su poder y dos de los 24 asientos del Directorio Ejecutivo del Fondo, seguirá manteniendo su derecho a veto.

«La redistribución de las cuotas y asientos del FMI es una respuesta a la creciente importancia de los países en vías de desarrollo, incluyendo al BRIC, pero no lo interpreto como un declive de Europa, cuyo papel no cambia sustancialmente porque sigue conservando el poder para ejercer su derecho de veto», explicó desde Shanghái a Empresa Zhang Yimin, profesor de Finanzas en la Escuela Internacional Chino-Europea de Negocios (CEIBS).

los Estados occidentales cederán hasta un 6% de su poder a los emergentes, especialmente a los BRIC

Salvados, en principio, los muebles, lo que sí se abre ahora es un periodo de pugna interna en el Viejo Continente. Como la reforma de las cuotas entrará en vigor en enero de 2013, el G-20 ha dado de plazo hasta octubre de 2012 para que la UE decida qué países pequeños cederán su poder. Entre los posibles vencidos se postulan Bélgica, Dinamarca, Holanda y Suiza.

En el bando de los ganadores figuran, en cambio, China, India, Rusia y Brasil, aunque con algunos matices. «La reforma de las cuotas dará derecho de veto a los países en vías de desarrollo, incluyendo al BRIC, porque en 2012 tendrán más del 15% de los votos. Sin embargo, dicho veto sólo es posible si votan en bloque, lo que no parece muy probable. Por otra parte, como EE.UU. mantiene su 17% y los miembros de la UE suman juntos más del 15%, ambos seguirán conservando su derecho de veto», puntualizó Zhang Yimin, quien pronostica que «en el futuro será más difícil alcanzar acuerdos porque las tres partes podrán bloquear las votaciones».

Asia-Pacífico ya representa un tercio de la economía global, cuando en los 80 sólo significaba un quinto, y al ritmo actual habrá superado a EE.UU. y la UE en 2015. Dentro de una década, la mitad del PIB mundial estará en la región.

Asia-Pacífico ya representa un tercio de la economía global

Desde que, bajo la dirección de Rodrigo Rato, el FMI decidiera adaptarse a los nuevos tiempos en la cumbre de Singapur de 2006, este organismo ha revisado al alza el papel de los nuevos gigantes, entre los que también figuran Arabia Saudí, México, Corea del del Sur y Turquía, en detrimento de potencias europeas como España, Holanda o Bélgica. Hace cuatro años, estos dos últimos países tenían un peso similar a China, que era superada entonces por Italia pese a tener un PIB mayor.

«Europa está decayendo principalmente por motivos demográficos, pero hay que recordar que por razones históricas estaba, y sigue estando, seriamente sobre-representada», aclara Michael Pettis, de la Escuela de Negocios Guanghua de Pekín, quien indicó que «la UE seguirá siendo uno de los dos o tres entes políticos y económicos más importantes del mundo».

Fundado en 1944 junto al Banco Mundial mediante los Acuerdos de Bretton-Woods, el FMI tenía como objetivo original velar por la estabilidad económica del planeta tras la Segunda Guerra Mundial. Un contexto histórico que no se parece en nada al del siglo XXI. Para responder con mayor legitimidad a esta nueva realidad, el FMI tiene previsto acometer en los dos próximos años los cambios acordados por el G-20, cuyos miembros suman el 90% del PIB global, el 85% del comercio internacional y dos tercios de la población mundial.

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