Ferguson carga contra el agente de Rooney

El entrenador del Manchester United, sir Alex Ferguson, ha culpado al agente de Wayne Rooney , Paul Stretford, como responsable de la tormentosa semana que se vivió en Old Trafford por la posible marcha del jugador de la entidad de Manchester.

"Siempre es igual. Cuando los mejores jugadores llegan al final de sus contratos tienen que hacer algo para conseguir mejores condiciones. El club tiene que enfrentarse a los representantes de los futbolistas , algo que resulta complicado", aseguraba Ferguson en la rueda de prensa posterior a la victoria de los red devils sobre el Stoke City.

Las alarmas saltaron el pasado domingo, cuando el diario británico "The Guardian" adelantaba que el futbolista no tenía intención de renovar su contrato con el Manchester United. El club desmintió la noticia, pero el propio Alex Ferguson confirmaba que Rooney estaba dispuesto a marcharse de Old Trafford en la rueda de prensa previo al partido de Champions League frente al Bursaspor.

El futbolista no tardó en explicar a los medios su situación. "Me reuní con David Gill la semana pasada y no me dio ninguna garantía de las que yo buscaba sobre el futuro de la plantilla. Entonces le dije que no firmaría un nuevo contrato", explicó Rooney , que se convirtió en posible fichaje para los principales clubes de Europa.

Sin embargo, cuando los seguidores del United comenzaban a hacerse a la idea de perder a su máxima estrella, el club anunció la renovación del contrato del futbolista por cinco temporadas.

«Algunas veces, cuando estás en un club, puede ser duro darte cuenta de cómo de grande es, y a veces hacen falta acontecimientos como los de esta semana para entenderlo. Creo que ahora Wayne entiende el gran club que es el Manchester United », explicaba Ferguson.

La historia acaba con final feliz. El Manchester United mantiene a su mejor futbolista y Rooney obtiene una renovación de contrato calificada desde el club como "inigualable" . La culpa de todo, según el propio Ferguson no es de los futbolistas sino de los agentes que, a menudo, resultan "difíciles" de gestionar.