LIGA EUROPA Atlético-Rosenborg
Agüero vuelve con un pan bajo el brazo
El Kun renueva hasta 2015 y regresa cuando más le necesitan: en la final ante el Rosenborg

Es el estandarte del club. El joven que a los 18 años, el 4 de julio de 2006, escuchó de boca de Enrique Cerezo que estaba predestinado para convertirse en la futura bandera del Atlético. Tocado por la varita mágica del balón para transformarse en el sucesor de Torres como buque insignia de la casa . Los padres del chaval se quedaron entonces tan aturdidos como su «pibito». Nada más aterrizar, un niño al que no le salía barba, recibía la responsabilidad de levantar a un equipo. El tiempo dio razones. Sergio Agüero (Buenos Aires, 2-6-1988) tomó el testigo de Fernando. Asumió el liderazgo de la casa. Ahora, cuatro años después, ha llegado a un acuerdo para renovar con la entidad hasta el año 2015, con una ficha neta de 6 millones de euros, un millón más que la actual. El contrato mantiene la cláusula de rescisión en 60 millones. Si alguien la pretende abonar, se estudiará el traspaso. Este jueves, el Kun quiere celebrar el nuevo contrato ante su público. Reaparece cuando el equipo más lo necesita: en la «final» contra el Rosenborg ( 21.05 horas ). El fiasco de Salónica (1-0) y el empate ante el Bayer Leverkusen (1-1) exigen una victoria del campeón de la Liga Europa para mantener las opciones en «su» torneo.
La cláusula: 60 millones
El pacto entre club y futbolista tranquiliza el futuro de ambas partes y permite abordar con serenidad una presunta oferta de transferencia. No se aumenta la cláusula porque si hay una entidad que ofrece 60 millones de verdad, es una propuesta para analizarla. Mientras tanto, el Atlético y su estrella pueden trabajar sin la presión de la especulación constante.
Un mes de baja
Hoy, Agüero retorna al once en un momento clave de la temporada. Sus ausencias son un suplicio para Quique Sánchez Flores. El esquema ofensivo se queda cojo sin él. Forlán echa de menos al compañero que le da pases diagonales y le abre huecos. El argentino y el uruguayo no comparten alineación desde la victoria del Barcelona al Calderón (1-2), en aquel precipitado regreso del Kun, que le costó una recaída. Posteriormente, una lesión muscular en un glúteo agravó la situación. Por fin, al cabo de un mes, las dos estrellas suramericanas vuelven a jugar juntas. Será su tercera «final» del año. Ganaron las otras dos. En Hamburgo, ante el Fulham, el Kun construyó los goles y Diego los remató. Desean que ha historia se repita.
La competitividad que surge entre ambas figuras es tan cierta como buena para Quique. Los futbolistas que juegan cara al gol son egoístas. Solo piensan en su marcador particular.Ese celo otorga rendimiento al equipo. Esta noche tienen otra oportunidad de demostrarlo.
El entrenador respira. Ya no piensa en los problemas de remate. Quien le preocupa es de Gea. Aquejado de una contractura, no quiere forzar su actuación. Joel, otro portero que seguía los mismos pasos que su compañero, espera su oportunidad. Un tercer guardameta, el chaval Alex Campos, disfruta de su primera concentración. La portería está cubierta por muchos años.
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