Así es Xi Jinping, el próximo presidente de China
Su ascenso a la todopoderosa Comisión Militar Central lo confirma como el sucesor de Hu Jintao cuando éste deje el cargo en 2013
Dirigirá el destino de más de 1.300 millones de personas y será uno de los mandatarios con más poder del mundo, pero no lo habrán elegido sus compatriotas ni se habrá batido el cobre con sus rivales en debates televisivos. Así es la política “made in China”, donde su régimen de partido único ha allanado la sucesión del actual presidente, Hu Jintao.
Tal y como estaba previsto, el pleno del comité central del Partido Comunista ascendió durante el fin de semana al vicepresidente Xi Jinping a la todopoderosa Comisión Militar Central. Dicho organismo no sólo controla a los dos millones de soldados que forman el Ejército Popular de Liberación, sino que supone el paso previo a su designación como presidente. Según las normas no escritas del Partido, así ocurrió con Hu Jintao antes de relevar a Jiang Zemin y así pasará cuando éste deje el cargo en 2013.
¿Pero quién es Xi Jinping? A sus 57 años, encarna la “Quinta Generación” de líderes del Partido y es uno de los denominados “principitos”, ya que su padre era Xi Zhongxun, un héroe de la Revolución que ocupó altos cargos en el régimen pero llegó a ser purgado por Mao Zedong durante la “Revolución Cultural”.
Licenciado en Ingeniería Química y Leyes por la prestigiosa Universidad de Tsinghua, ha seguido los pasos típicos de los burócratas chinos, los camaradas del siglo XXI que más bien parecen trajeados ejecutivos expertos en administración y gestión de empresas en lugar de ideólogos del socialismo. Tras formarse en las industrializadas provincias costeras de Fujian y Zhejiang, donde alcanzó la jefatura del Partido gracias a sus ideas neoliberales, reemplazó en 2006 a Chen Liangyu, el influyente secretario local de Shanghái defenestrado por corrupción.
A partir de ahí, su ascenso fue meteórico: en octubre de 2007 entró en el comité permanente del Politburó, los “nueve magníficos” que manejan los designios de China. Y un año después pasó una crucial prueba de fuego al encargarse con éxito de la organización y seguridad de los Juegos Olímpicos de Pekín.
Cimentado su prestigio con frecuentes actuaciones públicas y viajes al extranjero, los analistas creían que Xi Jinping iba a ser aupado a la Comisión Militar Central el año pasado. El retraso hizo sospechar tensiones en la cúpula del Partido, ya que el favorito del presidente Hu Jintao para sucederle no era él, sino Li Keqiang, quien finalmente fue relegado y se perfila como el relevo del actual primer ministro, Wen Jiabao.
Pero el régimen ha vuelto a demostrar que se rige por soluciones de consenso entre sus distintas facciones, los reformistas que propugnan políticas socialdemócratas para atajar las desigualdades y el ala dura de los conservadores, que siguen apostando por el desarrollismo económico a ultranza.
Enemigo de las estridencias y los personalismos, el régimen ha optado por el continuismo con Xi Jinping, un tecnócrata mesurado pero gris, casi sin carisma y más famoso por su mujer, la cantante Peng Lijuan, que por sus méritos propios. Con él, China seguirá profundizando en el capitalismo y la economía de mercado para avanzar en la senda del progreso y el Partido Comunista mantendrá la estabilidad social para asegurarse el control político.
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