Pitada de la Guardia Civil a Rubalcaba

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha tenido que soportar una sonora pitada durante un acto en Valdemoro (Madrid) con motivo del Día de la Guardia Civil.

Rubalcaba fue recibido con abucheos en el acto y tuvo que interrumpir un instante su discurso por pitos los cuando recordaba el "importante aumento" de efectivos de la Benemérita en los años de Gobierno del PSOE.

Durante el acto, en el que han participado unos 600 agentes, Rubalcaba ha querido destacar el papel de la Guardia Civil durante toda su historia en "su misión por servir al país", una forma de trabajo que, según el ministro, "hay que preservar para estar seguros y protegidos".

En su intervención ha destacado la "reconocida labor" del cuerpo, sin el cual, ha dicho, "no pueden existir políticas de seguridad exitosas" y cuya actividad es "admirada" por los españoles que son conocedores de los peligros que los agentes asumen".

El ministro resaltó además la actuación de la Guardia Civil en la lucha antiterrorista e indicó que el reconocimiento a su labor "sale de nuestras fronteras" por sus acciones tanto en España como en Francia. Junto al ministro del Interior, presenciaron el acto el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce; el secretario general del PP y ex alcalde de Valdemoro, Francisco Granados; y el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez López.

El dirigente 'popular' no ha querido hablar acerca de los pitidos que el público presente dedicó a Rubalcaba y que ha considerado "anecdóticos". "Un hecho así no puede empañar un día de fiesta como el de hoy", ha concluido.

En el desfile han participado casi 600 efectivos de 13 unidades de la Guardia Civil. Entre las más aplaudidas, el escuadrón de caballería, el servicio de Desactivación de Artefactos Explosivos o el servicio aéreo, representados por cinco helicópteros del Cuerpo. Además, se condecoró a una veintena de oficiales y soldados con las cruces de la Orden al Mérito de la Guardia Civil, por actor heroicos de servicio. Entre ellos ha destacado el reconocimiento al capitán que dirigió la operación en la que se desarticuló a gran parte de la cúpula de ETA, en Francia, así como un gendarme francés que, durante la misma, sufrió nueve impactos de bala y resultó herido de gravedad.