Directivos a cubierto ante la amenaza de la crisis

Mucho antes que bancos y grandes compañías de telefonía... Con una actitud innovadora, el Grupo Inditex fue la primera compañía en nuestro país que contrató una póliza de responsabilidad civil, más comunmente denominada D&O —sus siglas en inglés—. Corrían los años 90 y, desde entonces, muchos cambios de dirección han dado los principales indicadores de nuestra economía, que ahora apuntan a un claro declive.

Precisamente han sido la crisis y la actual recesión las que han favorecido el repunte en la contratación de este tipo de seguros que protegen a los altos cargos de acciones legales derivadas de su actuación como gestores empresariales —negligencias, errores de hecho o derecho, actos no intencionados...—. Concretamente, las pólizas de responsabilidad civil para directivos se dispararon un 37% el año pasado, según el informe Marsh sobre el seguros de altos cargos en 2009.

En total se emitieron 18.187 contratos. «Más allá de un acto inteligente y responsable, la gestión de riesgos es hoy un imperativo ineludible para aquellas empresas que aspiran a superar con éxito la crisis», apunta Álvaro Milans del Bosh, consejero delegado de Marsh en España. Asegura que la protección de la cuenta de resultados, la actividad, los empleados y el entorno se han convertido en una decisión crucial para que compañías de todos los tamaños y sectores puedan salvar los obstáculos derivados de la actual situación económica. «Gestionar correctamente los riesgos y transferirlos al mercado sigue siendo una de las ocpiones más eficaces para minimizar estas amenazas y, dentro de este marco, el seguro de D&O constituye una cobertura que refuerza una buena política de gobierno corporativo y, además, la protección y seguridad a los miembros de los órganos de gobierno y decisión de las empresas».

Actualmente, todas las compañías del Ibex 35 cuentan con un seguro de estas características para proteger a sus directivos de posibles actuaciones jurídicas. El informe destaca además que el 69% de las sociedades cotizadas también se acoge a esta contratación de seguros D&O, al igual que el 35% de las no cotizadas. Hace especial hincapié en que sólo el 16% de las pymes cuenta con este tipo de seguros. «Las empresas familiares son nuestros nuevos clientes —apunta José María Elguero, subdirector de Marsh— debido a que quieren protegerse a la vista de las dificultades que presentan los cambios generacionales, a la profesionalización de la gerencia...».

La prima se ha encarecido entre un 40 y un 50%, debido al gran aumento de las demandas en su contra, que han crecido un 40% con lo que se convierte en el sector de mayor incremento de siniestralidad, tal y como apunta el informe Marsh. Este incremento en las primas para las instituciones financieras, aunque muy significativo respecto al resto de cuentas, no ha alcanzado el aumento próximo al 100% que el mercado estimaba.

Las indemnizaciones totales contabilizadas —la siniestralidad— por el seguro de responsabilidad civil de directivos creció un 13% hasta alcanzar 30 millones de euros en 2009. La mayor parte de este coste —el 83%— corresponde a gastos de defensa jurídica de los demandados, ya que ésta es una de las coberturas de este tipo de pólizas, independientemente de que después los tribunales o un acuerdo entre las partes desemboque en el pago de una indemnización.

El fin último de estos seguros es proteger a los directivos y darles un respaldo a la hora de tomar sus propias decisiones. «Es una forma de dotarles de mayor libertad para actuar sin miedo a una demanda. Pero, lo importante —destaca José María Elguero— es que no sólo se protege al directivo, también a los accionistas, a la empresa y a la sociedad en general. Su función social, por tanto, es muy relevante».