David Miliband deja vía libre a su hermano Ed, el líder laborista
«Es la mejor manera de ayudarle», afirmó ayer tras abandonar la dirección del partido
David Miliband anunció ayer que se retira del primer plano de la política y que no se integrará en la dirección que forme su hermano, proclamado el sábado nuevo líder del Partido Laborista tras vencer por la mínima en unas primarias que fueron una pugna fraternal entre ambos. Ello supone el fin abrupto —el tiempo dirá si momentáneo o definitivo— de la ascendente carrera política del ex titular de Exteriores, a quien desde hacía unos años se le consideraba el futuro rostro del laborismo. Se resistió en su día a dar el golpe de gracia a Gordon Brown y cuando al fin llegó su hora su hermano le retó, dañando probablemente para siempre una relación que ambos intentan preservar.
Tras su inesperada victoria, Ed Miliband llegó a ofrecer a su hermano mayor el cargo de responsable de política económica del partido, el segundo de más relevancia tras el líder. Pero ayer David Miliband anunció que declinaba el ofrecimiento. Conservará su escaño, pero no desea que su presencia en la dirección pueda ser sentida por su hermano como tutelaje, dada su mayor trayectoria política. «Es la mejor manera que tengo de ayudarle», declaró.
Cerrar filas
El mayor de los Miliband perdió las primarias por un estrecho margen (49,35% frente a 50,65%), pero ganó entre el grupo parlamentario y la militancia (de las agrupaciones laboristas, 635 fueron para él y 72 para su hermano menor). Ed sólo se llevó el tercio sindical, pero este le permitió ganar. Un resultado así podía haber conducido a una profunda división interna, pero David Miliband decidió cerrar filas.
«Ed necesita un claro sentimiento de que el liderazgo lo marca él y para eso no ayuda que tu hermano mayor se siente ahí. Es importante que tenga libertad y espacio, sin que haya distracciones», declaró David Miliband. «Es importante que nadie pueda usar cualquier gesto o comentario mío en su contra», afirmó, citando el ejemplo de lo ocurrido el día anterior en relación a la guerra de Irak.
En su discurso programático del martes ante el congreso del partido, Ed Miliband calificó de «error» la guerra de Irak, para enfado de David, que negó el aplauso a esa afirmación y se encaró con la ex ministra que tenía a su lado por sus muestras de entusiasmo. «Tú votaste a favor, ¿por qué le aplaudes?», preguntó David a Harriet Harman, vicelíder del partido, quien como él y buena parte del grupo parlamentario votó a favor de la invasión de Irak en 2003 en la Cámara de los Comunes. Ed Miliband aún no era diputado entonces. «Estoy aplaudiendo porque es el líder y, como sabes, le apoyo», respondió Harman.
Ed Miliband utilizó las críticas a la invasión como principal carta para demostrar que el partido pasa página respecto a la era de Tony Blair y Gordon Brown. «Creo que nos equivocamos. Hicimos mal en llevar al país a la guerra y tenemos que ser honestos en esto. Fue un error porque la guerra no era el último recurso, porque no construimos suficientes alianzas y porque socavamos a las Naciones Unidas», dijo.
En su primer gran discurso como nuevo líder, Miliband dio por liquidada la era del Nuevo Laborismo, encarnado por Blair y Brown. «Esta es una nueva generación, diferente en sus actitudes, sus ideas y su manera de hacer política», afirmó. En su intervención en Manchester ante el congreso del partido, Miliband dio algunas muestras de giro a la izquierda, aunque hizo un esfuerzo por quitarse la etiqueta de «Ed el Rojo» con que le ha bautizado parte de la prensa y dio un aviso a los sindicatos, como para demostrar que no es un títere de ellos.
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