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ABC Cultural

feria de san miguel

«El Cid cabalga»

El diestro mostró algo de brillo en una sosa tarde

andrés amorós

El maestro don Gregorio Corrochano explicaba la competencia de Luis Miguel y Ordóñez : «Están de acuerdo en lo fundamental. Como Carlos V y Francisco I, los dos quieren París; es decir, mandar en la Fiesta».

En ese tipo de rivalidades debe basarse un mano a mano. ¿Se dan esas mismas circunstancias entre El Cid y Daniel Luque ? Cualquier aficionado sabe que no: muy poco tienen que ver por edad, carrera taurina, situación en el escalafón... Creo que hubiera sido más lógico incluir hoy a Oliva Soto, que se ganó la repetición en abril con los toros del Conde de la Maza.

Tal como está el cartel, más que en un «mano a mano», se queda en un «tres y tres»: la posibilidad de ver en un toro más a El Cid «resucitado» y a Daniel Luque.

Ha recuperado El Cid su seguridad, la confianza en sí mismo , su alegría al torear. Su primero tiene recorrido pero sale suelto. Unos buenos ayudados lo ahorman. En el platillo, dibuja grandes naturales. Por la derecha, el toro se raja, no deja redondear la faena. Mansea el tercero en el capote del Boni, buen lidiador. Manda mucho El Cid con la derecha, aguanta coladas y logra series vibrantes, además de clásicas, con un toro que ha roto en la muleta. La estocada hasta la mano corona una seria faena. Embiste de lado y huye el quinto, que hace fea pelea en varas. Brinda al público. Logra meter en la muleta a un toro rebrincado, mirón, incierto. Faena de mérito a una res nada fácil, que se raja descaradamente.

Sigue siendo Luque una «gran esperanza»,en una línea irregular. Al segundo, que embiste «esaborío», lo brinda al público, muletea decidido pero el toro se desentiende: faena voluntariosa, sin más, mal rematada.

Lancea con temple al cuarto, que se apaga pronto. Otro muleteo insulso, sin unidad, con un toro que transmite poco.

Protestan mucho al sexto, escurrido, astifino, también manso. Pero embiste. Al final, consigue Luque algún buen muletazo, aguanta mucho: se justifica.

Los toros de Alcurrucén han manseado pero han ofrecido posibilidades. Los dos diestros han mostrado su momento actual: irregular, Luque; muy recuperado, serio lidiador, El Cid.

Tiene razón el maestro Antonio Burgos: después del «polvo, sudor y hierro» del comienzo de temporada, de nuevo «El Cid cabalga».

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