Intrusas que dictan tendencia

A Victoria Beckham la hemos visto tan ridículamente estirada (de talle y de gesto), tan hierática y tan histérica (de este país, por ejemplo, huyó despavorida, y no sólo por nuestro bendito olor a ajo), tan tensa en su voluntad de resultar perfecta, que le aventurábamos una patética entrada en la edad madura.

En sus últimas apariciones públicas, sin embargo, una sonrisilla de satisfacción le ha dulcificado el gesto. Es la evidencia de que acertó cuando decidió reinventarse y pasar de modelo de alfombra roja y fiestas de postín a diseñadora a la que todos los grandes de la industria, de Anna Wintour a Marc Jacobs, ya toman muy en serio.

Su firma, que reúne cuatro líneas (vestidos, denim, gafas y accesorios) y que empezó a comercializarse a través del portal «cf1»www.net-a-porter.com (hoy está presente en una veintena de tiendas) se asienta sobre un concepto muy claro: la elegancia es innegociable. Acaba de presentar la colección Primavera-Verano 2011 en la Semana de la Moda de Nueva York y, de nuevo, ha dado en el clavo. «¿Quién es mi rival? Yo misma», dice. La suya ya no es una aventura de dos días.

Querida hermana

No es el único caso de saludable intrusismo en el mundo de la moda. Si Victoria Beckham es el mejor ejemplo del lady chic, Mary-Kate y Ashley Olsen (actrices precoces) han hecho de la dejadez una estética santificada. A The Row (minimalismo de precios máximos) ahora se suman dos líneas más: Elizabeth and James y Olsenboye. En Estados Unidos están arrasando. Y en Inglaterra también triunfan otras hermanas: Sienna y Savannah Miller. En Twenty8twelve, Savannah pone talento y oficio, y Sienna la imagen y la chispa para sus propuestas bohemias y eclécticas.

Erin Wasson, súpermodelo texana que enamoró los grandes de la fotografía, de Meisel a Testino, está trazando una interesante sinergia entre moda y arte desde la firma RVCA. Por su parte, la cantante Gwen Stefani acaba de presentarse en Nueva York con un divertidísimo desfile entre rockero y tribal, para L.A.M.B. Y la reina madre de las fashionistas, Sarah Jessica Parker, tiene mando en la plaza de la legendaria casa The Halston. ¿De verdad han venido para quedarse?