Un GPS oculto en sus botas delató al «Mono Jojoy»
La inteligencia colombiana interceptó una comunicación de la guerrilla en la que se pedía un calzado especial para el dirigente de las FARC

A las siete de la mañana Medicina Legal, el organismo que se encarga de identificar los cadáveres en Colombia, empezó a analizar el cuerpo de Víctor Julio Suárez Rojas, alias «Jorge Briceño Suárez» o «Mono Jojoy, el comandante militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Estaba hinchado, con una gran herida en la frente, esquirlas de bombas por todas partes. Llevaba un reloj Rolex que se detuvo a las 4 y 10 am , tres horas después de que empezara el bombardeo del Ejército en las selvas de Colombia. Fueron en total 400 hombres y 72 aparatos, entre helicópteros y aviones, los que produjeron uno de los golpes más certeros del gobierno de Juan Manuel Santos : acabar con Jojoy, el hombre que se inventó los secuestros a personalidades políticas para lograr canjear rebeldes presos, presionar al Estado y doblegarlo en lo político.
A las ocho y media de la mañana ya estaba identificado el cadáver. Era él, de 60 años, vividos enteramente en la guerrilla pues su madre era la cocinera de Jacobo Arenas, el primer líder de este grupo rebelde. En su bolsillo llevaba la medicina para una diabetes que lo aquejaba desde siempre. La enfermedad fue su talón de Aquiles.
Aunque hace por lo menos un año el Ejército le seguía de cerca los talones e incluso había logrado bloquear las entradas de las medicinas que Jojoy necesitaba para su diabetes , la operación Sodoma, en alusión a la ciudad bíblica que terminó siendo maldita porque allí sucedían todo tipo de aberraciones, contó con altísima tecnología, infiltración y medios bélicos de gran alcance.
Si algo ha quedado claro en los últimos dos años es que el Ejército de Colombia no es ni sombra de lo que era: tiene tecnología, inteligencia, dinero. La Operación Jaque, la cual consistió en disfrazar personal para entrar al corazón de las FARC y rescatar sin un rasguño a 15 secuestrados, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, fue la primera de muchas exitosas y sorprendentes.
Según reveló RCN La Radio, un informante, del círculo inmediato de Jojoy, llevó a al Ejército hasta el lugar donde se escondía. No era fácil llegar. Jojoy había construido cuevas, pasadizos, mucha protección. El sector de La Julia, provincia del Meta, era el oasis para él. Allí creció, todos lo protegían.
Las FF.AA. interceptaron el pedido
Inteligencia militar sabía, por interceptación de comunicaciones, que Jojoy estaba cada vez peor de la circulación por causa de la diabetes. Tenía heridas muy graves en sus pies. Por eso debía usar un calzado especial. Jojoy había pedido unos zapatos especiales. Las FF.AA. se los enviaron con un localizador GPS dentro de los zapatos del guerrillero que delató a Jojoy.
Cuando ya lo tenían ubicado, tres oleadas de bombardeos lanzados de madrugada destruyeron el fortín levantado por las FARC en varias cuevas naturales. El «Mono Jojoy» tuvo que salir a la fuerza de su escondite pues cayeron al menos 30 «bombas inteligentes» de más de 500 libras cada una .
A la 1 de la mañana del jueves pasado, casi 24 horas después de esos bombardeos y del desembarco desde helicópteros de cerca de 400 de los mejores combatientes del Ejército, la Armada y la Policía, el Ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, recibió la confirmación: Jojoy estaba muerto y las FF.AA. estaba en terreno recuperando valiosísima información de inteligencia en 20 computadores y más de 60 memorias USB
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