Mueren 15 soldados mauritanos en un ataque a Al Qaida
La operación contra AQMI en Malí se cobra una docena de bajas entre los terroristas
El ataque emprendido el viernes por tropas mauritanas contra Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) en Malí confirma la decisión de algunos países de la región del Sahara-Sahel de acercar posturas en la guerra contra el terrorismo. Las diferencias entre estados vecinos, entre otros aspectos estratégicos e ideológicos, han sido utilizadas por esta banda terrorista para fortalecer su expansión desde Argelia hacia el sur de África durante los últimos años.
El balance de muertos en la tarde del sábado era de 12 entre las filas de AQMI y 15 entre los militares mauritanos, según fuentes oficiales de Nuakchot, Bamako y Argel. Los enfrentamientos, que pararon en la noche del viernes, seguían ayer en la región de Tombuctú (norte de Malí) y en ellos participaban aviones de combate «mauritanos» —los expertos afirman que Mauritania no dispone de ellos—. Un lugarteniente del conocido terrorista argelino Abdelhamid Abú Zeid es el que dirige el bando de los «yihadistas», según fuentes de Malí y Mauritania citadas por Afp.
A finales de junio se llevó a cabo una operación similar en territorio malí, aunque el objetivo era liberar al rehén francés Michel Germaneau. La llevaron a cabo militares mauritanos y franceses. El rescate se frustró y los terroristas anunciaron poco después que lo habían degollado. Francia declaró entonces la «guerra» a AQMI y, según confirma a ABC un agente extranjero desde Nuakchot, multiplicó el número de sus militares en la zona.
París, que tardó varios días en reconocer que había participado en el intento de rescate de Germaneau, dijo ayer a través de un portavoz de Exteriores que esta vez no ha enviado a sus hombres «sobre el terreno» junto a los mauritanos, sembrando dudas sobre si ha colaborado ofreciendo apoyo logístico, información o ayuda de otro tipo.
Con permiso de Bamako
Francia se felicita sin embargo de que «los países de la región y en particular Mauritania asuman sus responsabilidades en la lucha contra AQMI», según reconocieron fuentes diplomáticas a la agencia Afp refiriéndose al ataque en Malí. «Permitimos a nuestros países vecinos que lleven a cabo estas operaciones eventualmente», declaró el presidente de Malí, Amadou Toumani Touré, a la radio RFI y a la televisión TV5 de Francia.
El secuestro el pasado miércoles de siete trabajadores extranjeros —entre ellos cinco franceses— en las minas que la compañía gala Areva tiene en Níger apunta de nuevo a AQMI. El portavoz francés lo desvinculó de los combates de este fin de semana, que son «acciones independientes».
Esta de Níger se trata de la mayor acción de este tipo llevada a cabo por Al Qaida en la zona desde el secuestro de una treintena de turistas en Argelia en 2003. El nombre del terrorista argelino Abdelhamid Abú Zeid ha vuelto a salir a la palestra. Él sería el responsable, según señalan a ABC fuentes no oficiales en la región. El temor está justificado, pues la célula que comanda Abú Zeid fue la que degolló en junio a Germaneau y un año antes al británico Edwin Dyer.
AQMI es también la banda terrorista que mantuvo secuestrados casi nueve meses a los voluntarios catalanes Albert Vilalta y Roque Pascual, liberados a finales del pasado agosto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete