Ducati, el puente rojo de Rossi

El Mundial de motociclismo más español de la historia regresa con un nuevo salto al gran charco. Si hace un mes eran las monturas de MotoGP las que desembarcaban en Estados Unidos para la carrera de Laguna Seca, ahora el país de las oportunidades les da la vez a las tres categorías para que los nuestros sigan la senda del triplete, esta vez en el mítico circuito de Indianápolis.

El ovalo de la franja de ladrillo acogerá una carrera especial, la primera desde que Valentino Rossi anunció que el próximo año montará una Ducati. La espantada no ha sentado del todo bien en Yamaha, que ahora se volcará, más si cabe, con su archienemigo Jorge Lorenzo.

A Rossi le gustan los retos. En 2004 abandonó la escudería ganadora que era Honda para recalar en Yamaha, desahuciada por aquel entonces. Ahora, con nueve títulos a la espalda, se va a Ducati, cuya moto es una fiera desbocada que sólo Casey Stoner ha sabido domar, con su título en 2007. Valentino ha fichado por dos años con la marca italiana, pero corre por el «paddock» el rumor de que el fichaje podría suponer, en un futuro cercano, su desembarco en la Fórmula 1, de la mano de Ferrari.

Los escarceos de Rossi con la marca del «cavallino rampante» han sido frecuentes en los últimos años. En enero de este año estuvo probando en Montmeló, pero también en 2008 y en 2006 lo hizo, en Mugello y Cheste respectivamente. Aquello parecía no ser más que un divertimento ya olvidado para Valentino, pero su padre, Graziano Rossi, volvió a avivar la llama del rojo Ferrari tras el fichaje por Ducati: «Si Valentino tiene que entrar en la Fórmula 1 en tres o cuatro años, nada mejor que ir de la mano de Ducati».

Son varias las cosas que tienen en común Ferrari y Ducati y que pueden allanar el camino del de Urbino hacia el «Gran Circo». Ambas marcas comparten el patrocinio de Marlboro, presentan conjuntamente a sus equipos en la estación de esquí de Madonna di Campiglio en enero y sus fábricas sólo distan 40 kilómetros la una de la otra (la de Ducati está en Borgo Panigale y la de Ferrari, en Maranello). A eso se añade el deseo de Luca Cordero di Montezemolo, que siempre le ha abierto la puerta para que pilote uno de sus bólidos.

Por si fuera poco, Rossi terminará contrato con Ducati al mismo tiempo que Fernando Alonso y Felipe Massa en Ferrari. Por lo pronto, en enero los tres se verán las caras en los Alpes. En el pasado saltaron chispas entre el asturiano y el italiano, que le llegó a proponer un duelo a tres bandas (en un F-1, una moto y un coche de rallies) para dilucidar quién era mejor piloto. Alonso no quiso entrar al trapo, pero ahora no tendrá otro remedio, porque en Madonna di Campiglio nunca faltan las carreras de karts sobre hielo o sobre esquís, y ni a uno ni a otro les agrada perder.

Si Rossi se pasa a la Fórmula 1 y logra ser campeón, sería el segundo de la historia en ganar tanto en la Fórmula 1 como en el Mundial de motociclismo. Hasta ahora sólo John Surtees lo ha hecho, tras ser campeón de 350 cc. (1958, 59, 60) y 500 cc. (1956, 58, 59 y 60). En la Fórmula 1 lo logró en 1964... con Ferrari, el puente rojo.