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SUPERCOPA

El Atlético reina en Europa

Dos golazos de Reyes y de Agüero destrozan a un Inter superado por el gran planteamiento de Quique

AFP

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Ha vuelto al fútbol internacional por la puerta grande. Ha conseguido dos Copas de Europa en cuatro meses, después de sufrir cuarenta años de sequía desde que en los sesenta levantara aquella Recopa inolvidable. E l Atlético ha vuelto a ser grande. El Atlético ha regresado al club de los mejores del mundo. Ya no debe bajarse nunca más de este tren. Nunca puede volver a vivir las penurias del infierno.

El club del Calderón ha retornado a la senda del éxito gracias a una política de formación de un equipo que no se realizó durante tres lustros. La continuidad de Agüero y de Forlán rememora la gloria celebrada con Schuster y Futre. Ya no se vende a los futbolistas que marcan la diferencia. Esa es la clave. El acierto en los refuerzos ha culminado una revolución triunfal.

Un golazo de Reyes coronó un planteamiento sensacional de Quique Sánchez, que superó tácticamente a Benítez con una defensa de cuatro centrales, un once que no dejó huecos y un contragolpe que era dinamita concentrada en pocos golpes, pero letales. El Atlético es campeón de la Supercopa por vez primera en su historia.

El Atleti, valiente

La afición del Atlético plantó cara a la del Inter. Y sus ídolos les emularon en el césped. Los seguidores fueron el mejor ejemplo de lo que el equipo español debía hacer frente al mejor equipo de Europa. Los hombres de Quique no se asustaron porque la UEFA hubiera elegido, un día antes, a Diego Milito como el mejor jugador de Europa 09-10. Tampoco salieron temerosos porque el máximo organismo del fútbol continental designara a Julio César como mejor portero, a Maicon como el defensa ideal, a Sneijder como el mejor centrocampista y al propio Milito como el delantero número uno de esta parte del planeta.

Esos premios concedidos veinticuatro horas antes del partido parecían una afrenta al conjunto madrileño. Pero los futbolistas rojiblancos aplicaron la idiosincrasia de esos incondicionales que se hicieron escuchar en la grada como si fuera cuarenta mil. Y solo eran cinco mil seiscientos. El Atlético salió a tutear al once que se proclamó campeón de la Liga de Campeones en el Bernabéu. Y lo consiguió tácticamente. Benítez tenía razón al manifestar antes del encuentro que este Atlético es superior al que conquistó la Liga Europa en mayo.

Quique, atrevido

Quique sorprendió a su colega y a sus propios directivos al presentar una defensa con cuatro centrales: Ujfalusi, Godín, Perea y Domínguez. La idea ya la aplicó Antic en los años noventa. El argumento del entrenador era claro: el Inter. no juega con extremos natos y era mejor apuntalar la retaguardia con hombres consistentes. Quería aprovechar la velocidad en el corte de Perea.

Antonio López y Filipe Luis se quedaron con la boca abierta. Tanto luchar durante un mes por superarse el uno al otro para conseguir el puesto, y el ganador ha sido el chaval, Domínguez.

El proyecto funcionó. El Inter sufrió mucho para abrir la muralla enemiga. Un trallazo de Milito al principio del partido fue la única oportunidad clara de los negriazules antes de marcharse al descanso y escuchar las variantes propuestas por Benítez. Rafa, que fue técnico del Real Madrid B cuando Quique todavía era jugador blanco, comprobó en el Louis II de Mónaco que su compañero de fatigas en los banquillos ha aprendido demasiado.

Fue un encuentro farragoso, más estratégico que bonito, en el que Sánchez Flores arrolló a su compañero de profesión, cuya sabiduría en los planteamientos le hizo campeón de Europa con el Liverpool.

Superior al Inter

El mejor equipo del continente no supo cómo superar la red destructiva del cuadro español, que asustó al conjunto milanés con unos contragolpes que serían decisivos.

El Atlético demostró encontrarse mejor físicamente que su rival. El rival no encontró manera de romper el éxito del sistema de Sánchez Flores, que exigió a sus jugadores que actuaran muy juntos, sin permitir huecos. Sus pupilos se mantuvieron fieles al guión y Reyes, el hombre que falló en Hamburgo, se resarció de aquel partido al rubricar un ataque del Atlético con un gol de la casa. Su disparo cruzado batió a ese que consideran el mejor arquero de Europa. De Gea, que nada tiene que envidiarle. El Inter. se quedó K.O. Y el segundo gol, en un contragolpe letal, remató la fiesta. Hasta el propio De Gea paró un penalti. Qué grande es este Atlético de Madrid.

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