Dylan y Springsteen calientan el otoño rockanrolero
Los dos maestros rescatan de su descomunal archivo inéditos, rarezas y maravillas varias en sendas ediciones de lujo

Sí, el otoño rockanrrolero se calienta. Se pone al rojo vivo con el regreso de dos de los grandes sabios, maestro y en buena parte discípulo, Bob Dylan y Bruce Springsteen , casi ciento treinta años de rock and roll a las espaldas. Ambos siguen haciendo leyenda de su propia historia y han abierto otra vez las puertas de su infinito archivo para publicar dos ediciones de lujo con material semidesconocido entre los aficionados. Bob, 69 cumplidos en mayo, lanza, el 19 de octubre, “The Witmark Demos” (volumen IX de “The Bootleg Series”) y “The Original Mono Recordings” (una caja con sus ocho primeros álbumes en sus tomas en sonido mono). Y Bruce, a punto de cumplir los 61 (será el 23 de septiembre) ataca , el 16 de noviembre, con “The Promise: The Darkness on the Edge of Town Story”, todo lo que usted siempre quiso saber sobre el “Darkness”, disco mítico del Jefe, y que nunca se atrevió a preguntar.
En 1978, en un momento crítico de su carrera, acuciado por problemas legales sobre los derechos de sus canciones, en la encrucijada de su futuro, tres años después del exitazo de “Born to run”, Springsteen se apresta a grabar “Darkness on the edge of town”, un disco que en su momento no fue recibido ni comprendido cómo se merecía. Disco duro, con el rockero Bruce dibujando la América de los sueños rotos, de sus desesperanzados
Un Bruce maduro sabe que su camino, que su vida, pasan por hacer del rock and roll su bandera
barrios y desoladas autopistas, el álbum contiene alguna de las piezas más emblemáticas del “Boss”, como “The promised land” y “Badlands”, y hoy, treinta y dos años después de su edición, es un álbum que no ha hecho sino crecer, en el que ya apunta un Bruce maduro que sabe que su camino, que su vida, pasan por hacer del rock and roll su bandera, pese a quien pese, pase lo que pase.
“The Promise” (subtitulado la historia del “Darkness on the edge of town”) recoge todo, pero todo, lo que fue aquella grabación, incluyendo 21 piezas poco habituales, integradas luego parcialmente en discos como “18 Tracks”, o en distintas grabaciones piratas desperdigadas por medio mundo. Esta edición se ofrece en una versión corriente (2 CD o 4 discos de vinilo), y una de lujo (3 CD/3 DVD y 3 CD/3 Blu-ray Disc), que ofrecen más de seis horas de vídeo y más de dos horas de audio, un libreto de 80 páginas, con notas autógrafas de Bruce sobre la grabación, con letras alternativas, ideas sobre canciones y detalles personales del músico. Sin duda, un torrente de rock and roll, un diluvio springstiniano surgido de aquella tormenta que, hace más de treinta años, fue la grabación y edición de “The Darkness of the edge of town”. Una obra maestra.
Dylan tampoco para. Cuando le apetece, abre la alacena y de su ingente archivo vuelven a salir volando piezas antiguas, rarezas, canciones que nunca publicó, en fin, que Bob sigue siendo un libro abierto. En esta ocasión, el 19 de octubre, publica “The Witmark Demos” (47 canciones, 15 de ellas nunca editadas), que es el volumen noveno de “The Bootlegs” Series, esa especie de obras completas por capítulos que lleva varios años lanzando, y la caja “The Original Mono Recordings”, una edición especial limitada y
Del ingente archivo de Dylan vuelven a salir volando piezas antiguas, rarezas
remasterizada que se publica por primera vez en CD y en vinilo, y que ofrece al aficionado la posibilidad de acercarse a los ocho primeros discos de Bob en sus legendarias versiones en sonido mono.
A solas con su guitarra y su armónica (y ocasionalmente el piano), Dylan grabó para sus dos primeros editores (Leeds Music, enero de 1962; y M. Witmark & Sons, entre 1962 y 1964) un buen puñado de sus piezas primerizas, cuando ya todo apunta a que estamos ante el nacimiento del gran Profeta del Rock and Roll. De aquellas 47 piezas, 15 no se publicaron nunca, y suponen una nueva oportunidad de apreciar la enjundia de la obra de Bob. En cuanto a “The Original Mono Recordings”, agrupa nada más y nada menos que los ocho primeros discos de Dylan, reproducidos como por un amanuense musical de su de su primera edición en sonido mono, tal y como le gustaban a Bob, sin las virguerías de estudio del estéreo. La caja incluye fotografías poco conocidas de Dylan, un ensayo de Greil Marcus (autor del maravilloso “Like a rolling stone: Bob Dylan en la encrucijada”), uno de los grandes referentes de la cultura popular norteamericana, con las cubiertas originales, y un largo etcétera de detalles para el coleccionista en una obra con todas las mayúsculas.
Afortunadamente, los viejos maestros, como Bob y Bruce, no se nos prejubilan.
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