Elin Nordegren: «He vivido un infierno»

Se ha hablado y escrito hasta la saciedad del escandaloso divorcio de Tiger Woods , pero hasta ahora no se sabía nada de boca de la otra parte afectada, Elin Nordegren , la mujer que de la noche a la mañana se enteró de que su marido también era «tigre» fuera del golf.

Se ha hablado y escrito hasta la saciedad del escandaloso divorcio de Tiger Woods , pero hasta ahora no se sabía nada de boca de la otra parte afectada, Elin Nordegren , la mujer que de la noche a la mañana se enteró de que su marido también era «tigre» fuera del golf.

La rubia sueca obtuvo el lunes el divorcio que esperaba y por fin rompe su silencio: «He vivido un infierno» . La modelo habla para la revista People sobre el tórrido escándalo sexual que engulló su matrimonio y sobre cómo sobrevivió a la exposición pública.

Nordegren, de 30 años y madre de los dos niños del deportista, nunca sospechó de las infidelidades de su marido, algo que le «avergüenza». «He pasado del estado de shock, al enfado y la tristeza por haber perdido la familia que siempre quise para mis hijos», cuenta en la exclusiva.

A pesar de todo, de la traición, las infidelidades y la humillación, la guapa sueca asegura que se siente «más fuerte que nunca» , con mucha confianza en sí misma. Y mantiene que todavía cree en el amor: «Todavía creo en el amor porque sé que existe. Yo lo he vivido» . Eso sí, el olvido tardará en llegar: «Ahora lo que necesito es conseguir perdonale; entonces podré superarlo y conseguir la felicidad algun día.»

Preguntada por el acuerdo económico al que llegó con Woods (del que ninguno ha querido dar cifras, aunque la revista lo estima en 100 millones de dólares), dice que no paga la rptura familiar: «El dinero no puede comprarme la felicidad. Ni devolverme a mi familia».

Los tres motivos de la exclusiva

Fiel a su discreción, Nordegren pide respeto a su intimidad y asegura que quiere criar a sus hijos en el anonimato. Con esta exclusiva quiere aclarar tres cosas: que en su casa nunca hubo violencia, que nunca golpeó a Woods con el palo de golf («Es ridículo») y que jamás sospechó de la infidelidad.