LOS LIDERES DE 2020
«Mi caso es una versión 2.0 del de Robert Rodríguez»
Un corto hecho con 300 dólares sobre unos robots que invaden Montevideo llevó al uruguayo Federico Álvarez a las puertas de Hollywood
Sería un sueño imposible que Hollywood cayera a nuestros pies por un corto de tres minutos que subiéramos a YouTube. Pero si el vídeo en cuestión es del director uruguayo Federico Álvarez todo puede suceder. El corto hecho con 300 dólares y realizado con animación digital, en el que unos robots invaden y destrozan Montevideo, se ha convertido en un fenómeno mundial. El vídeo se extendió por internet a velocidad viral y, pocos días después, Warner, Universal, Dreamworks y Sony Pictures se disputaban al joven uruguayo. Quien ganó la partida fue la productora del director Sam Raimi («Spiderman»), que producirá el primer largometraje de Álvarez con un presupuesto de entre 30 y 40 millones de dólares. Después de todo, dicen que en Hollywood los sueños se hacen realidad..
—Cuéntenos de su próxima película con Sam Raimi...
—Lo único que puedo decir es que es sobre una invasión alienígena en Latinoamérica. Filmaremos entre finales de este año y principios del que viene
—¿Cómo cambió su vida después de «Ataque de pánico»?
—Ahora estoy en Montevideo con mi novia y mi gato como cualquier otro día. Pero voy y vengo. Es raro, porque paso de ir a una premiere con las estrellas de Hollywood a estar en el supermercado en Montevideo comprando leche. Es un poco surrealista. Pero intento mantener mi vida previa porque sino me enloquezco.
—¿Cuánto tiempo pasó hasta que comenzó a arder su correo electrónico?
—Tuve la suerte que se posteó en un blog importante de Estados Unidos y se viralizó muy rápido. Debió de haber llegado a Hollywood el mismo día. A la semana siguiente, era una locura la cantidad de mails que tenía.
—¿Subió el corto en Youtube pensando en generar esta reacción?
—Para nada. Podría haber ido a festivales de cine por el mundo a mostrarlo, pero la verdad es que eso responde a una cuestión más de ego. Yo lo único que quería era que lo viera la mayor cantidad de gente posible y Youtube fue una manera. Facebook también lo impulsó mucho: el 50 por ciento de las visitas vinieron a a través de esta red social. El vídeo llegó a tener unas seis millones de visitas en Youtube. Más la gente que lo vio en televisión.
—¿Cuál fue la clave del éxito?
—El formato sin diálogos lo hizo universal. Además, vino acompañado de la idea de que se había hecho con muy poco dinero. La gente lo vio como un cortometraje de la comunidad de internet, que no viene de ninguna industria potente audiovisual.
—Y llama la atención también que provenga de un país que no es conocido por hacer este tipo de cine...
—Sí, pero cuando algo gusta no demora ni un segundo en recorrer el mundo. Algo parecido pasó con Robert Rodríguez. Cuando se estrenó «El mariachi», salió en todos lados que la película había costado 7.000 dólares y entonces Rodríguez comenzó a recibir cartas de Hollywood. Lo de él fue tan sonado porque no tenía un nombre «fancy» americano sino uno latino super sencillo. Mi caso es una versión 2.0, veinte años después: me llamo Federico Álvarez y Uruguay, para la mayoría de la gente, es como un país genérico. Aunque quiero pensar que el corto también les gustó...
—¿Por qué elegió quedarse con Raimi?
—Porque Raimi es alguien que yo respeto muchísmo y que se mantuvo fiel a su estilo, a pesar de que Hollywood corrompe a muchos directores. Al conocerlo y hablar con él me di cuenta que tenia la visión del proyecto adecuada y es muy simpático y accesible. Eso era lo más importante. Una vez pasados los 10.000 dólares al mes ya son números demenciales para cualquiera que viva en el mundo real.
—¿Con que actores le gustaría trabajar para su nueva película?
—No tengo sueños de trabajar con alguien en particular, de hecho creo que las mejores películas tienen actores desconocidos. Cuando ves algo como «Distrito 9» es más fácil creer que es verdad porque no sabes la vida personal de los actores. De hecho, intentaré no incluir una estrella en el papel principal. Aunque estoy considerando a Eric Bana, me gusta muchísimo y es perfecto para el rol.
—¿Dónde se ve dentro de diez años?
—Haciendo películas, pero viviendo en Uruguay. Es una utopía, pero bastante utópico es lo que vivo hoy.
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