La Condesa Ruth de Rosenborg, a quien el Rey Harald llamaba cariñosamente Tante Ruth, falleció el domingo a última hora de la tarde, tras una breve enfermedad, a la edad de 86 años. Ejemplo de amabilidad y de elegancia, fiel a las tradiciones, esta «Grand Old Lady», muy querida en sus tres reales familias, la danesa, la noruega y la sueca, siempre asistió a las grandes festividades y eventos reales con la misma sonrisa.
Nacida Nilsson el 8 de octubre de 1924, tras graduarse en Lenguas Latinas, ejerció como intérprete de francés y más tarde trabajó de forma activa en la BMA. El 24 de mayo de 1949 esposó al Príncipe danés Flemming, hijo del Príncipe Axel de Dinamarca y de la Princesa Margarita de Suecia, quien perdió su título al esposar a esa dama sin sangre azul. El entonces Príncipe Flemming, usó desde su boda el título de Conde de Rosenborg. La pareja tuvo cuatro hijos, los gemelos Axel y Birgit, Carlos Juan y Desiré. El conde, que murió hace siete años mantenía una estrecha relación con el Rey Harald de Noruega y fue padrino de la boda del Heredero Haakon. Hoy son muchas las evocaciones de la graciosa presencia de la condesa en Copenhague, Oslo y Estocolmo y su muerte ha puesto de luto a las tres monarquías nórdicas. Ruth de Rosenborg deja un gran vacio y siempre será recordada con admiración por su simpatía y cariño a sus augustas familias.