Significativo descenso en el número de incendios forestales
Cerca del ecuador del verano, las estadísticas muestran una notable reducción en el número de incendios forestales. Los datos son alentadores, pero los expertos advierten de que no se debe bajar la guardia

¿Se trata de un cambio de tendencia o solo de de un fenómeno pasajero? Hasta el 25 de julio de este año se han quemado en España poco más de 16.000 hectáreas de monte. A estas alturas de 2009, habían ardido más de 80.000. O sea, cuatro veces más. Según los datos que maneja el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino , 2010 está siendo uno de los mejores años de la década en lo que a incendios forestales se refiere. De los últimos diez años, tan solo en 2007 se había llegado hasta esta fecha con menos superficie quemada. Las estadísticas dicen que España arde menos. Aunque los datos son alentadores, ningún responsable público quiere lanzar las campanas al vuelo. Menos ahora que, según las previsiones meteorológicas, nos adentramos en lo más crudo del verano. Desde el Ministerio evitan cualquier triunfalismo y subrayan que todo los servicios de prevención y extinción permanecen alerta. Tan solo dirigentes autonómicos, como el consejero de Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, se han permitido felicitarse públicamente. Granados señaló que «este verano está yendo francamente bien». Eso sí, recordando que «no hay que hacer balances triunfalistas, porque la situación puede cambiar de un día para otro».
La labor de la Fiscalía
El caso es que en lo que llevamos de estío, pese a que todos los expertos habían alertado de que este verano podría ser especialmente catastrófico en el campo español a causa de una primavera que fue lluviosa y un verano que se vaticinó como tórrido, tan solo se han declarado dos incendios de cierta entidad, uno en Jaén y otro en Alicante, muy lejos de lo acaecido en 2009, cuando el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino tenía a estas alturas contabilizados 26. O 2005, año en que la cifra se situó en 17. Todos cruzan los dedos para que la buena evolución en este año no se invierta y nadie se atreve a descartar que lo que queda de verano malogre las esperanzas. Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques y Clima de Greenpeace, recuerda que «en 2006, la entonces ministra, Cristina Narbona, hizo unas declaraciones satisfecha por lo bien que iba el año y a los pocos días ardieron un montón de hectáreas». Quizá escarmentados por aquello en el Ministerio ahora eluden el tema y esperan a la conclusión del año antes de hacer una valoración. A Soto le parece prudente esta actitud, pero eso no le impide afirmar que, hasta la fecha, «los datos están siendo espectacularmente positivos». Esta mejoría la atribuye en gran medida a cambios legislativos: «El Código Penal de 1995 y la Ley del Suelo introdujeron cambios importantes, pero fue con la creación de la Fiscalía de Medio Ambiente con lo que se terminó con la sensación de impunidad que había antes».
Concienciación ciudadana
Desde Greenpeace han felicitado en varias ocasiones públicamente a la Fiscalía por su labor. Porfirio Quintanilla, fiscal de Medio Ambiente en Madrid, corrobora que, efectivamente, la existencia de fiscales especializados «permite ser más minuciosos en la investigación, tener un mayor conocimiento de la materia y más cercanía con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil». Además, la creación de la Fiscalía ha traído consigo más medios en la persecución de estos delitos. Pero además de los legales, hay otros factores que influyen. La concienciación ciudadana es uno de ellos. Lo cierto es que el fuego en una inmensa mayoría de ocasiones no se genera espontáneamente, sino que es provocado. Y cada vez está más arraigado el mensaje de que no se debe hacer fuego en el monte. De hecho, expertos como Soto atribuyen el hecho de que en Galicia tengan lugar más de la mitad de los incendios de todo el territorio nacional a que la población rural allí sigue siendo renuente a aplicar esta consigna. «Galicia es verde y exuberante y mucha gente no encuentra otro modo de limpiar de vegetación silvestre sus fincas que el fuego».
Galicia padece más de la mitad de los incendios que se declaran en España
A la hora de valorar el caso español es útil recurrir a la comparación con otros países mediterráneos. Portugal, con cuyas tierras se encarnizó el fuego en años anteriores, también está teniendo un buen verano, igual que Francia. Es en Italia donde, según los datos que maneja Profor (Asociación de Forestales de España), el balance es peor. En España los servicios de prevención y extinción no se relajan. Nadie se atreve asegurar que el año vaya a terminar tan bien como ha empezado. El Ministerio de Medio Ambiente mantiene en activo a los 18 Equipos de Prevención Integral de Incendios Forestales (Eprif), que actúan en los territorios donde se presume un mayor riesgo de incendio. La clave para culminar lo que de momento es un éxito es no bajar la guardia.
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