El cadalso del Carlismo, en 3D
Los secretos de la cápsula del tiempo escondida bajo la estatua de Cervantes se abren desde hoy al público
Los pies de la estatua de Cervantes en la plaza de las Cortes pisaban sobre un pedazo de la Historia de España que, como indicó ayer la presidenta regional, Esperanza Aguirre, marca «un vínculo entre nuestro pasado y las libertades que disfrutamos». «La cápsula del tiempo. Del Absolutismo al Liberalismo en los cimientos de Cervantes» es el fruto del descubrimiento adelantado por ABC el pasado diciembre: una urna sellada bajo la base de la estatua del genial alcalaíno. Desde hoy y hasta el 15 de septiembre, los misterios ocultos durante 175 años en la caja y también su intrahistoria se nos revelan en la muestra que puede visitarse en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, sede de la Presidencia regional.
En la sala principal están expuestos los objetos que en 1874 quedaron sellados entre el plomo fundido. Monedas de oro (de 80 reales) y de plata (20 reales) y medallas conmemorativas, como la de Francisco I con motivo de la boda entre su hija María Cristina y Fernando VII; dos tomos de «El Quijote», editado en 1832 por J. Didot; el tomo V de la misma obra, a cargo de la Imprenta Real y de 1891; una «Vida de Cervantes», y la edición del día de marras, el jueves 11 de diciembre de 1834, del «Diario de Avisos de Madrid», en cuya primera página, además del parte de la Guerra Carlista, se informa, como curiosidad, de que el primer premio de la lotería cayó en Cádiz y fue de 3.000 pesetas.
La muestra dedica buena parte de sus expositores, precisamente, a la contienda civil entre partidarios del infante Carlos María Isidro y los de su sobrina, Isabel II, iniciada un año antes, tras la muerte del adalid del Absolutismo, el siniestro Fernando VII. Uno de los testimonios escritos más valorados de la muestra es la «Vida del general Mina», Francisco Espoz y Mina, gran defensor del Liberalismo, para culminar con la Constitución de 1837, reproducida en un libro virtual al que el visitante podrá pasar sus páginas con sólo tocarlas.
De hecho, el espectador
puede convertirse en un miembro más del movimiento histórico gracias a la tecnología 3D, tan de moda en la actualidad, que permite, incluso, «tocar» cañones y soldados; testimonios literarios como «Zalacaín el aventurero», de Pío Baroja; poesía popular, o el estruendo de titular periodístico «Muera la Nación» —o lo que era lo mismo, para los carlistas que «Muera el Liberalismo»—. Un viaje de ida y vuelta a una España no tan lejana y, ahora, al alcance de todos.
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