El Viso se llena estos días de visitantes atraídos por las fiestas de Santa Ana, patrona del municipio. Y no es para menos, ya que durante cinco días se celebran varios encierros. En ellos, las vaquillas corren tras los intrépidos corredores que se atreven a ponerse delante, por lo que muchos lugareños ya han comenzado a denominarlos como «los San Fermines de Los Pedroches».
La celebración de los encierros de las vaquillas se remonta a 1588, cuando El Viso obtiene la independencia del Condado de Santa Eufemia y se nombra a Santa Ana patrona de la localidad. Los viseños lo celebran con diversas actividades durante una semana, de las que las ligadas a los toros son las más importantes.
Tras las carreras, que comenzaron ayer, los asistentes se suelen reunir en las peñas para disfrutar de la rica gastronomía de la localidad, en la que destacan platos típicos como las migas, el lechón, la caldereta de cordero y las hojuelas, entre otros.
El día más importante de esta fiesta se celebra el próximo lunes, día de la festividad de Santa Ana. En la madrugada de hoy a mañana todos los viseños y las personas que se sienten de El Viso, por una y otra razón, se trasladan a la ermita que está a las afueras del pueblo, donde se celebra una misa y se reparten ramas de albahaca. Una vez terminada la misa, se parte en procesión hasta llegar a la iglesia del pueblo, donde dejan a la patrona durante unos días. El programa de activiades se completa con el mano a mano que ayer protagonizaron Martín Pareja Obregón, Sergio Sanz e Ignación González, y con la novillada sin picadores de hoy. La música tampoco va a faltar en esta cita con la cultura, la tradición y el ocio, y que cada año ofrece El Viso. Y es que son unas fiestas que se caracterizan, sobre todo, por la cantidad de personas que llegan de fuera.