Las dolencias del corazón cuestan a las empresas 2.500€ al año por trabajador

En tiempos de crisis, un motivo que provoca un gasto a las empresas de 2.500 euros por empleado al año no puede pasarse por alto. Tampoco, para el conjunto de un país, una enfermedad que acarrea un gasto de más de 9.000 millones de euros al año -192.000 en la Unión Europea- puede quedarse sin una estrategia específica. Esos motivos se agrupan en las dolencias del corazón y la unión de ambos factores, el ahorro económico y la mejora de la salud, han impulsado el PECS (Programa de Empresas Cardiovasculares). Este programa pretende que, a la manera de los tenedores entre los mejores restaurantes, se repartan también corazones a las entidades, que signifiquen su mayor o menos compromiso con la salud cardiovascular de sus trabajadores.

Han sido la Sociedad Española de Cardiología ( SEC ), a través de la Fundación Española del Corazón y con colaboración de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo ( SEMST ) las que han lanzado ese programa, al chocar de frente todos los días con la llamativa cifra de que España registra 23.000 bajas laborales al año por enfermedades cardiovasculares, lo que entraña que un tercio de la población activa presente un riesgo de sufrir una dolencia de este tipo alto. Conforman este 30% de la población aquellos trabajadores que padecen dos o más factores de riesgo, como son las hipertensión, la obesidad, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarismo o la elevada tasa de colesterol (hipercolesterolemia). Estos sujetos son vulnerables y tienen gran propensión para sufrir un accidente de este tipo a lo largo de su vida.

Además de la hilera de bajas que provocan las patologías del corazón, estas sociedades médicas también ponen en evidencia que suponen la segunda causa de muerte en accidente de trabajo, representando un 30,7% del total de fallecimientos durante la jornada laboral. Aportan el dato, para ello, de los accidentes mortales ocurridos en España mientras se estaba en el «tajo»: de 826 personas muertas en 2007, 254 fueron por episodios de enfermedad cardiovascular.

Sabiendo estas cifras, a las empresas les conviene conocer que sólo en el año 2008 las bajas laborales producidas por este tipo de accidentes cardiovasculares agujerearon 12.700 millones de euros a sus arcas, así como otros 3.000 millones de euros a la Seguridad Social. Otro dato para el estudio, el que destaca el presidente de la SEMST, Francisco Vicente Fornés: «Casi la mitad de las personas que fallecen por enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares se encuentran en un periodo productivo de su vida: entre 15 y 69 años».

Según explica Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón, en la actualidad y pese a todos estos datos, «muchas empresas carecen de un programa sanitario de carácter preventivo que vele por la salud del trabajador y la productividad laboral». Sin embargo, grandes corporaciones como Coca-Cola, Danone, Sanofi-Aventis o Cogal se han abonado a la iniciativa PECS, que conforme a los pronósticos de sus promotores servirá para reducir en un 25% las enfermedades cardiovasculares en el entorno laboral. Mejorará también la productividad, la calidad de vida y la fuerza de los empleados en el desempeño de sus tareas profesionales, creen los expertos. A partir de ahora, las compañías que promocionen los corazones que poseen (recibirán hasta un máximo de 5 distintivos) se sabrá que son garantes del corazón de sus trabajadores.