Pim, pam, pum…¡fiesta!
Al grito de " ¡Pamplonesas, pamploneses! ¡Viva San Fermín! ¡Iruñatarrok, gora San Fermín!”, el presidente de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos lanzó hoy el cohete que da inicio a los Sanfermines
Pañuelos rojos en alto. Los nervios, el calor y las apreturas tratan de sofocarse a base de champán, vino y cubos de agua que caen desde los balcones. Pamplona, doce del mediodía. Suenan las campanas. Y acto seguido, hace su aparición ante los asistentes el presidente de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, Jesús María Ganuza, encargado de lanzar el Chupinazo que da inicio a los Sanfermines con motivo del 150 aniversario de una entidad que siempre ha contado con el cariño y admiración de los navarros. Flanqueado por el kiliki Caravinagre, el cabezudo Alcalde y la primera edil de Pamplona, Yolanda Barcina, Ganuza se dirige a los asistentes: " ¡Pamplonesas, pamploneses! ¡Viva San Fermín! ¡Iruñatarrok, gora San Fermín! (¡Orgulloso de ser pamplonés, viva San Fermín!)”. Sus palabras provocan las aclamaciones y vítores de las decenas de miles de personas que abarrotan un año más la plaza del Ayuntamiento. Pocas veces hubo tanta unanimidad política y social acerca de quién debía prender el cohete que simboliza el comienzo de las fiestas más universales de España.
Ganuza enciende la mecha. Y con la explosión llega el delirio. La marea blanquirroja que llena la plaza y las calles colindantes se libera de la tensión y ondea de lado a lado como una bandera agitada por el viento. Cánticos, saltos, baños de cualquier líquido imaginable… Así comenzaron nueve días de fiesta ininterrumpida en los que Pamplona abandona su imagen de ciudad tranquila y se transforma en una urbe de lo más cosmopolita que recibe alrededor de un millón de visitantes. Eso sí, en la capital navarra se librarán de las impertinentes vuvuzelas, ya que el consistorio ha prohibido su venta durante las fiestas. Una lúcida decisión que ahorrará más de un dolor de cabeza.
Desde primera hora de la mañana de hoy, miles de ‘cuadrillas’ se agolparon frente al ayuntamiento para ver el espectáculo tras los tradicionales almuerzos previos al Chupinazo. Entre cánticos y charangas, el público hacía tiempo mientras esperaba a que las autoridades e invitados que se reunieron en el interior del consistorio pamplonés aparecieran en los balcones para anunciar oficialmente el comienzo de los Sanfermines.
Tras el cohete, el público se dispersó poco a poco por el Casco Antiguo y el centro de la ciudad, sumándose también al jolgorio las miles de personas que vivieron en directo el acto desde las pantallas gigantes instaladas en otros escenarios de la ciudad como el paseo de Sarasate, la plaza del Castillo, el parque de Antoniutti, la avenida de Carlos III y la plaza de los Fueros. Serán 204 horas de fiesta y tradición, de toros y encierros, donde gentes de toda clase, nacionalidad y condición tienen un lugar reservado.
Este año, el consistorio ha apostado por la prudencia y ha decidido apretarse el cinturón. El presupuesto de los Sanfermines, que asciende a unos 4 millones de euros, será el mismo que el pasado año, que ya sufrió un recorte del 20% respecto al de 2008 debido a la crisis. Pero ese pequeño hándicap no ha impedido que se diseñe un amplio programa de actividades que incluye hasta 533 actos musicales, taurinos, culturales –para niños y mayores- e institucionales. Efecto Mariposa, Rosendo, Los Suaves, Taxi, Los del Río, o Bertín Osborne son algunos de los artistas que actuarán en los diferentes escenarios instalados en la ciudad.
Pero si por algo destacan los Sanfermines es por la espontaneidad de la fiesta, que a menudo se aparta de los eventos establecidos y surge en cualquier rincón de una ciudad que no descansará hasta el próximo 14 de julio. De ahí que, para garantizar la seguridad de los cientos de miles de visitantes que acogerá Pamplona estos días, se haya creado un amplio dispositivo de seguridad y emergencias compuesto por más de 3.000 efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, la Policía Foral y la Policía Municipal de la capital navarra y cientos de profesionales sanitarios y voluntarios. Desde mañana, los 848 metros del encierro serán el punto que mayor atención exija por parte de los efectivos policiales y médicos.
Además, la plaza de Toros de Pamplona acoge hoy la tradicional corrida de rejones en la que participa, una vez más, el estellés Pablo Hermoso de Mendoza. Y por la noche llegará el turno de la primera colección del Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, que correrá a cargo de Pirotecnia Vicente Caballer (Valencia). Mañana comenzarán las ocho tardes de toros que componen el cartel de los Sanfermines, que este año contará con la presencia de “El Juli”, “El Cid”, Talavante o “El Fandi”, entre otros.
Parece que incluso el buen tiempo se ha aliado este año con los pamploneses. El sol y las altas temperaturas previstas para esta semana son sin duda un aliciente más para perderse por las calles de la capital navarra y sentir toda la magia de unas fiestas únicas en el mundo.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete