CÓRDOBA
El alcalde, Andrés Ocaña, justificó ayer los tres años que lleva estudiándose el proyecto del tranvía para la ciudad asegurando que «no es un tema que se resuelva en dos días». Disculpó, de esta forma, la demora de la Consejería de Obras Públicas de la Junta al considerar que «este tipo de infraestructuras requieren que se valoren con mesura y con detenimiento para no equivocarnos y adoptar la decisión más adecuada».
El regidor no mostró prisas por la ejecución de este proyecto y advirtió que «en ese tiempo hay que incluir el estudio hecho por la propia Gerencia de Urbanismo; el concurso y el estudio previo que la propia Consejería también realizó».
El proyecto no cuenta este año con dinero en los presupuestos autonómicos ni con fecha definida de comienzo de las obras, a pesar de que se anunció en vísperas de la pasada campaña electoral de 2007.
Ocaña no descarta que el proyecto se pueda ver afectado por el «tijeretazo» aplicado por la Junta a sus actuaciones, que afecta a otros trenes urbanos previstos en Andalucía.
En este sentido, señaló que «hoy en día no se puede decir que todas las inversiones previstas están garantizadas, porque tampoco conocemos al cien por ciento si la realidad que tenemos ahora va a mantenerse en el tiempo».
El estudio encargado por la Junta a la consultora Ingerop plantea un tranvía con tres líneas que forman una especie de triángulo que rodea al Casco y que costaría unos 418 millones de euros. La fecha para su entrada en servicio que se dio en principio fue 2013 y al menos un año y medio antes habría que comenzar las obras.
Carretera de Trassierra
Por otro lado, Ocaña visitó ayer junto al subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, las obras de remodelación de la carretera de Trassierra, que se financiaron con fondos «anticrisis» y ya están concluidas.
La avenida, según destacó Andrés Ocaña, «además de la mayor anchura y la duplicidad
de viales, también contempla viales de servicio», para permitir el acceso directo a las barriadas, antiguas y nuevas, que atravesará.
Su culminación dependerá ahora de la obtención de nuevos suelos para «lograr la amplitud necesaria en su trazado hacia la glorieta de las Tres Culturas y cuando también se desarrolle un Plan Especial en los terrenos de las antiguas instalaciones de Campsa».
