Salou pone cerco al mal gusto
El Ayuntamiento de la localidad catalana aprueba una moción que prohíbe ir por la calle en bañador y sin camiseta
Salou ha decido plantarle cara al bikini y, por extensión, al mal gusto. La llegada del calor y las ya tradicionales estampas de turistas paseando por localidades costeras catalanas con el torso descubierto o simplemente en bañador ha llevado al Ayuntamiento de Salou, uno de los núcleos turísticos de Tarragona, a aprobar una nueva ordenanza de civismo que prevé multas de hasta 300 euros para castigar la indumentaria "indecorosa". En la práctica, esta medida se traduce en la prohibición de ir por las calles en bañador y sin camiseta excepto en la playa o en el paseo marítimo.
En el texto, se prohíbe expresamente "permanecer en la calle o los edificios municipales, transportes públicos sin observar unas condiciones mínimas de limpieza, higiene o vestimenta adecuada". La idea, según apuntaban fuentes municipales, es "velar por la buena imagen y convivencia de los ciudadanos y visitantes".
La moción, aprobada ayer por amplia mayoría en el pleno, pretende desterrar la mala imagen del turismo barato e incívico e incluye otras prohibiciones como las de beber en la calle, hacer ruido, molestar a los vecinos o contratar los servicios de una prostituta. La nueva ordenanza, "de carácter preventivo", es la respuesta municipal a la polémica que se destató tras la celebración del Saloufest, iniciativa turística que reunió hace tres meses a miles de estudiantes británicos dejando a su paso un amplísimo muestrario de escenas de desmadre, borrachera y comportamientos incívicos.
A pesar de las sanciones económicas de entre 100 y 300 euros que prevé la ordenanza, el Ayuntamiento de Salou ya ha anunciado una primera fase de implantación de la medida en la que la policía local advertirá a los infractores pero no los multará.
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