Turquía y Marruecos llevan la delantera a las Islas en materia de estrategia turística

Turquía y el vecino reino alauí son dos de los destinos que han arañado visitantes a regiones de mayor tradición turística. De un tiempo a esta parte, estos países, que a la mejora de sus infraestructuras unen incrementos en los índices de seguridad, han adquirido cierta madurez y capacidad para competir con mercados tan experimentados como el canario, que, en determinados aspectos, observa cómo le han tomado ya la delantera. Y para muestra, un botón. Ayer, la Audiencia de Cuentas elevó a los grupos parlamentarios un informe sobre el gasto en materia turística de las administraciones públicas durante el periodo comprendido entre 2004 y 2007. En el documento, la institución fiscal pone negro sobre blanco cómo el Ejecutivo autonómico, que también lideraba Coalición Canaria y cuya Consejería de Turismo regía José Juan Herrera primero y Manuel Fajardo después no elaboró plan alguno de estrategia turística a largo plazo, una herramienta —que habría de sentar las bases del sector— que, por entonces, ya habían desarrollado Turquía y Marruecos. Precisamente, y como vienen insistiendo desde las patronales de la «primera industria» del Archipiélago, con más fuerza si cabe tras el estallido de la crisis económica, el análisis de la Audiencia de Cuentas concede el calificativo de «fundamental» a la planificación que ha de impulsar el sector público, una necesidad no atendida plenamente en el periodo descrito, siempre según la valoración del referido organismo. Por el contrario, los planes «Turquía 21» y el marroquí «Azur» evidencian que los dos mercados competidores tienen ya perfiladas las líneas básicas de actuación que han de cimentar su futuro turístico.
En cualquier caso, eso sí, el órgano fiscalizador reconoce que se elaboraron determinados preceptos, como los planes de mercadotecnia o el «Modelo turístico de las Islas Canarias», que, no obstante, «ninguno fue evaluado cuantitativamente de manera periódica». Además, el estudio indica que sólo en «contados
casos» existen indicadores que facilitan calibrar el nivel de eficiencia y, por si fuera poco, que «no se evalúan periódicamente y no se fijan valores meta que permitan medir el grado de eficacia de las acciones planificadas».
La promoción
Más allá, el «Informe sobre la evaluación de la gestión del gasto de las administraciones públicas anarias en el sector del turismo en el periodo 2004-2007» dedica también un apartado a valorar las estrategias promocionales. En este punto, la Audiencia de Cuentas juzga que, cuento menos, «no parece existir una relación directa entre los esfuerzos promocionales y los resultados obtenidos —número de turistas—, por lo que no se puede afirmar que la promoción actual esté influyendo sobre los resultados». De esta forma, queda en entredicho una de las máximas que esgrimen buena parte de los agentes del sector, que sitúan a la promoción como el eje central del futuro de la actividad.
Sea como fuere, la institución aclara a este respecto que su veredicto atiende al poco valor que las administraciones parecen conceder a la evaluación de las políticas promocionales que ponen en marcha. Tanto es así que tacha de «escasas» las acciones encaminadasa este objetivo—que permitirían reorientar la estrategia y, en última instancia, adecuar mejor el gasto—, por lo que «apenas permiten elaborar conclusiones al respecto».
Así pues, la falta de datos e información ha terminado por imposibilitar, en buena medida, el análisis de la Audiencia de Cuentas, tal como queda de manifiesto en el documento: «A pesar de que la reciente normativa reguladora de la gestión económica y financiera, tanto autonómica como estatal, propugna una orientación de la actividad del gasto público hacia la consecución de objetivos y medición de resultados, la cultura imperante está absolutamente impregnada de la visión tradicional de cumplimiento de la legalidad formal, lo cual no siempre garantiza la óptima satisfacción de las necesidades de
la ciudadanía». En consecuencia, la institución advierte que el flujo informativo es «insuficiente» o directamente «inexistente», lo que echa por tierra cualquier intento de medición de la actividad.
A tenor de la problemática expuesta por la Audiencia —que también critica la cansina introducción de la actividad en la llamada sociedad de la información—, Coalición Canaria y el Partido Popular, los dos partidos que sustentan al gabinete que lidera Paulino Rivero, acordaron, vía propuesta de resolución conjunta y previa aprobación del informe, trasladar el documento al marco del acuerdo por la competitividad y la calidad del turismo, de modo que pueda «analizarse» y redactarse una planificación estratégica «en los próximos dos años». La resolución fue aprobada por unanimidad junto a una segunda iniciativa del Partido Socialista Canario que pide al Gobierno regional la previsión y evaluación de las políticas turísticas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete