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CARTAS AL DIRECTOR

Sobre investigación

El plan de ayudas FPU del Ministerio de Educación es un conjunto de becas que se conceden sólo a los mejores expedientes académicos que se incorporan a los grupos españoles de mayor capacidad investigadora. Dentro del mencionado plan de ayudas, se encuentran aquellas para la realización de estancias breves de investigación en centros extranjeros. En contraposición a la importancia de estas estancias en el desarrollo de la carrera investigadora, el Ministerio demuestra una falta de organización y previsión en la gestión de dichas ayudas. Otro año más, ya se ha dejado atrás la fecha límite (31 de mayo de 2010) que el propio Ministerio fijó en la convocatoria para su resolución. A raíz de esta situación, estos jóvenes investigadores se ven obligados a planificar su estancia y su actividad en el centro extranjero sin saber si la ayuda les será concedida. En las peores situaciones, hay solicitantes que llevan desde el 1 de mayo en sus centros de destino, en muchos casos en otro continente, y cubriendo altruistamente todos sus gastos (viaje, alojamiento, seguro, etcétera.) sin saber si van recibir ni un céntimo de la correspondiente ayuda.

Pero lo más grave es, sin duda, la falta de información y desprecio con el que se trata a los solicitantes. Desde hace ya más de un mes, las pocas veces que se consigue contactar con el Ministerio, la respuesta es siempre la misma: que la resolución saldrá «en dos o tres días», para posteriormente dar un nuevo plazo que, de manera sistemática, es prorrogado por enésima vez. Esta situación resulta frustrante para los jóvenes investigadores quienes sienten una gran sensación de impotencia y abandono. Un país cuyos políticos aluden a la falta de vocación científica, y que supuestamente pretende ser competitivo en el terreno de la investigación, no debe permitirse un trato tan vejatorio hacia los jóvenes que serán el futuro de nuestra investigación.

Jorge Bordello. Ferrol (La Coruña)

Demagogia de ERC

ERC ha metido la pata con su burda demagogia antiespañola al criticar las primas de los jugadores de la selección porque ni un solo euro sale del bolsillo del contribuyente, ya que no las paga el Estado, sino la Federación Internacional, la FIFA. Si ERC realmente tiene tanta preocupación por ahorrar dinero al Estado, le sugiero otra posibilidad: que recorte las escandalosas subvenciones millonarias a las selecciones independientes catalanas, porque esas sí salen de nuestro bolsillo. En los últimos años el capricho independentista de tener selecciones catalanas diferentes a las españolas nos ha costado a los contribuyentes más de mil millones de pesetas. ¿Por qué no acaban con este enorme despilfarro, señores de ERC?

José Aparicio. Barcelona

Educar con valores

A pesar de existir un Ministerio de Igualdad, de abogar por la paridad de sexos, de disponer de «miembras» y miembros, parece ser que la violencia de género sigue al alza. La gestión gubernamental se centra en preservar el medio ambiente, de restringir el humo del tabaco, de proteger la naturaleza animal y vegetal penalmente, incluso aspirar a conferir al simio ciertos derechos exclusivos. Con todo, aún persiste demasiada violencia. La solución: una educación en valores a temprana edad circunscrita en la familia, huérfana de experimentos parlamentarios que reducen paulatinamente al ser humano a un desnudo ente administrativo. Por tanto, una formación basada en el ser y no en el tener, en el esfuerzo, la entrega, el respeto, y no en una absurda egolatría, sería sin duda aquello que propiciaría un recto progreso y una afable convivencia. Con la quiebra de la familia y la trivialidad del embrión humano, crece sin medida aquello que sembramos: una cizaña inicua e inmoral.

Vicente Franco. Zaragoza

Un poco tarde

Soy docente desde hace nueve años, y he ido viendo cómo el sistema educativo está cada vez peor. Nadie se atreve a atajar el problema de la disciplina en las aulas, ni el bajo nivel académico, la poca o nula implicación de las familias en la educación de sus hijos, la falta de reconocimiento social de los profesores. Pero el motivo de esta carta no son exactamente los problemas de los que adolece el sistema educativo, sino la huelga. Sé que sólo somos una parte de los funcionarios, pero llevo esperando años una huelga de este tipo por los motivos enumerados antes. No es que no esté de acuerdo con la huelga de hoy; lo estoy, pero durante estos últimos años no se les ha ocurrido hacer frente a la cantidad de problemas que tenemos los profesores y, en definitiva, la sociedad.

J osé Luis Fernández. Madrid

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