Rajoy afirma que sería «antipatriota» apoyar medidas económicas «malas para España»
Cincuenta preguntas formuladas por treinta y tres ciudadanos pusieron a prueba al líder del PP, Mariano Rajoy, en el programa «Tengo una pregunta para usted» de Televisión Española. Como en la cita del presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero, la mayor parte de las preguntas giraron en torno a la crisis económica en todas y cada una de sus variantes, aunque no faltaron otros momentos, incluso complicados, como cuando le preguntaron por el accidente del Yak o los supuestos casos de corrupción que afectan a miembros de su partido.
Rajoy, que no confió esta vez en su corbata de la suerte, explicó a los ciudadanos ahí convocados que «sería antipatriota apoyar medidas que creo que son malas para España» cuando fue interrogado sobre por qué no aúna esfuerzos con el Ejecutivo. «Estoy dispuesto a hacerlo y he apoyado al Gobierno en el asunto de las entidades financieras», recordó, pero, «para que haya pactos debe haber voluntad de acuerdo». Subrayó a continuación que ninguna de sus propuestas económicas ha recibido el respaldo de los socialistas en el Congreso de los Diputados y que lo primero que hay que hacer «es decir la verdad a los ciudadanos».
Se mostró convencido de que «haría un pésimo favor a mi país» de apoyar la política económica del gobierno, pero, en todo caso, «si Zapatero quiere y me llama, yo iré».
Situado en un hipotético escenario en 2012, no muy alejado de la realidad, con cuatro millones de parados a los que se les ha agotado la prestación por desempleo, defendió que su Gobierno, en caso de ganar las elecciones generales de ese año, «estará preparado», como lo estuvo, argumentó, en 1996 con un 22 por ciento de paro. Ante ese panorama, «hay que apechugar con lo que sea y por duro que sea. Hay que echarle un par de narices», agregó de forma coloquial.
Sistema financiero
Quiso en este sentido lanzar un mensaje de esperanza en el futuro al mostrarse convencido de que «vivimos en un momento difícil, pero las cosas van a mejorar» o cuando lanzó una proclama a favor de la solvencia de nuestro sistema financiero a pesar de la intervención de la Caja de de Castilla-La Mancha.
Tras revelar que fue informado de dicha intervención, señaló tajante que «están absolutamente garantizados nuestros ahorros». Eso sí, hizo una apelación a la «transparencia», a las ideas claras y a la necesidad de pactar las medidas con la oposición. «Quiero apoyar al Gobierno», manifestó también respecto a este capítulo.
Rajoy se dice convencido de que puede ganar y hacer las cosas mejor que Zapatero y eso, además, «lo ha entendido mi partido» del que recibió un 84 por ciento de los votos, en referencia al congreso de Valencia de junio del año pasado. No hubo ninguna alusión a crisis internas ni a sucesiones, pero sí a la supuesta red de espías y a la «operación Gürtel». En este punto justificó que no puede acreditar, tras la investigación de la Asamblea de Madrid, quién espió y, con respecto a la asunción de responsabilidades políticas por la presunta trama de corrupción que investiga Garzón, argumentó que si bien las personas que tengan «comportamientos inaceptables deben dejar la vida política, no me gusta tomar medidas sin pruebas. Hay que andar con cuidado a la hora de erigirse en juez», advirtió.
Yak-42
Sobre la asunción de responsabilidades políticas también fue interrogado a cuenta de las identificaciones erróneas de las víctimas del accidente del Yak-42, que se enjuicia estos días. Arguyó que el entonces ministro de Defensa, el popular Federico Trillo, «pidió perdón, disculpas» ante una situación que calificó de «terrible» y aprovechó para señalar que «yo también pido perdón hoy». Pero Rajoy aseguró carecer de ningún elemento de juicio «que diga que Trillo ha tenido una responsabilidad. No es ministro, por un error pudo dejar su cargo, pero no va a quedar inhabilitado».
Hora y media dan para muchas preguntas y reflexiones en un formato en el que parece sentirse cómodo y que estuvo exento de anécdotas salvo el compromiso de visitar Martos (Jaén) para conocer una almazara (molino de aceite). Pero por el camino quedaron anuncios como que votará en contra de la reforma de la Ley del Aborto y la llevará al Constitucional; que no se cierra al debate sobre la cadena perpetua —a pesar de que «hasta que yo sé, no está permitida en la Constitución»— o que en caso de llegar al poder equiparará el sueldo de guardias civiles y policías nacionales al de los cuerpos autonómicos.
Además, el líder del PP expresó su satisfacción por el acuerdo alcanzado con el PSE en el País Vasco puesto como ejemplo de la voluntad negociadora de su partido, siempre y cuando, matizó, se pacten políticas concretas. Si López «quisiera el derecho de autodeterminación no lo apoyaríamos», manifestó para mostrarse seguro, ya casi al final del programa que «estamos en condiciones de acabar con ETA».
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