Todo es confuso

Uno de los escenarios posibles tras el abultado descenso del martes era que entraran en escena los «cazagangas» y provocaran la reacción al alza. Algo de eso hubo, pero pronto se vio que el mercado está para pocas alegrías. Las noticias procedentes de Freddie Mac y Fannie Mae, así como las cada vez más alarmantes sobre el estado financiero de Lehman Brothers, no invitan precisamente al optimismo y ayer pudieron más que las positivas procedentes de Hewlett Packard, que publicó unos buenos resultados trimestrales.

En este contexto, el mercado se inundó de dudas, los inversores se calzaron los pies de plomo y se dejaron las alegrías para otro momento, que ahora es momento de pasos cortos y comprobando antes la solidez del terreno que se pisa. Los valores más sólidos apuntaron a una cierta recuperación, los bancos mantienen su particular vía crucis y para las constructoras empieza a verse cierto «cara y cruz», con dinero selectivo para algunos valores. Total, que seguimos sin saber a qué atenernos y la situación es más confusa cada día que pasa. Ya saben, mucha prudencia.

Miguel Larrañaga

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