Aquí los protagonistas son ellos. 200 metros de playa para humanos... y perros. No hay prohibición. Tienen vía libre para correr por la arena y para jugar y darse un chapuzón en el agua con sus dueños."Lo primero es que el perro esté educado. Pero si lo está no hay problema. Molestan más los niños", dice un bañista.Estamos en plena Costa Brava, en Castelló d'Empùries, un oasis para la familia... ahora sí, al completo."Cuesta mucho encontrar. No hay playas para los perros", dice un ciudadano. "Ya lo ves, está llena. La gente quiere estar con sus perros", "es más bonito venir con el perro" dice otro.La iniciativa suma ya tres años. Un éxito de acogida y de limpieza para atender la demanda constante de los turistas extranjeros que veraneaban con sus mascotas.Las mismas que cada vez tienen más puertas abiertas en los hoteles de la zona.Todo a un precio muy económico que permite darle algún capricho al animal en el restaurante.El nicho de negocio está ahí y Gran Canaria tampoco lo quiere dejar escapar. El Cabildo ha puesto en marcha un proyecto para que la isla se convierta en el primer destino europeo para turistas con mascota.De momento ya hay 39 establecimientos que se han sumado a la iniciativa.