Este local cuenta con una fantástica vista de la Baixa lisboeta-
El Tágide es uno de los restaurantes más emblemáticos de Lisboa y recientemente abrió en el piso inferior un nuevo espacio dedicado al tapeo. Cuenta con una fantástica vista sobre la Baixa lisboeta y está situado en pleno Chiado. Este espacio es mucho más informal que el restaurante pero mantiene su elegancia. Los precios son muy asequibles (con menús a la hora de la comida a partir de 8,5 euros) y las tapas son muy elaboradas.
Trabajan mucho con las conservas nacionales, como sardinas o caballa. Encontramos tapas sobre todo portuguesas, como los huevos revueltos con espárragos y farinheira (embutido portugués) o queso de Azeitão. También hay una buena oferta de platos que funcionan igualmente como raciones si se opta por compartir la comida.
Los postres son igualmente atractivos, con el famoso pastel de nata con helado de canela o requesón con dulce de calabaza. El buen servicio y amabilidad de los empleados también juega a su favor.
[Te interesará: La nueva cocina de Lisboa da un salto adelante. El viaje gastronómico de Carlos Maribona].
Taberna Moderna
Una decoración moderna y original en un local donde se tapea con Gin tonic- BELÉN RODRIGO
Está abierta desde marzo de 2012 y es considerado uno de los mejores restaurantes de Lisboa. Su propietario es gallego, Luís Carballo, que se instaló en la capital lusa hace cuatro años. Todo lo que aparece en la mesa es para compartir y entre las peculiaridades de la casa está la posibilidad de tapear con un gin tonic. Lisbonita es el primer bar de ginebra de Lisboa, y como dice su propietario, es el único lugar donde se puede comer y cenar con el gin. Hay más de 50 referencias. La decoración es moderna, como el nombre del local ya lo indica, y cada silla diferente. Un ambiente muy cool que cuenta con una estratégica localización, junto a la Casa dos Bicos, hoy sede de la Fundación Saramago.
La carta tiene 20 platos diferentes que reflejan la mezcla de la cocina gallega, del levante e incluso con un toque asiático. Muchos platos son elaborados con ginebra, siendo pioneros en la gastronomía europea. La ensalada de bacalao con caviar de erizo es uno de los clásico de la Taberna Moderna, así como el arroz negro o el atún braseado, para algunos el mejor que se encuentra en la ciudad. Hay vieiras, huevos rotos con bacalao y chistorra y pulpo a la feira.
Cada tres meses se cambia la carta aunque se mantienen algunos de los platos. En la terraza y en el pequeño bar en el que se espera para sentarte a la mesa (es imprescindible reservar) también tienes tapas más sencillas y pequeñas. La cocina cierra a medianoche y el bar está abierto hasta las 2 de la madrugada.
Luís Carballo quiso innovar y traer aire fresco a la restauración portuguesa y en el primer año ya ganó el galardón de Time Out como mejor proyecto. En su taberna quiere que todos compartan comida, mesa, música y sobre todo el tiempo.
El Mesón Andaluz cuenta con una variada oferta de las mejores tapas españolas- BELÉN RODRIGO
El señor Almeida se enamoró de una española, hoy su mujer, y después de las tapas. Tras muchos viajes a España optó por traer a su país la tradición del tapeo y abrió el Mesón Andaluz en Parede (alrededores de Lisboa) en 1979. Fue pionero en Portugal trayendo los primeros vinos, jamones y quesos españoles. De allí se trasladaron a Cascais y finalmente, desde hace un año, están en Lisboa, próximos a Cais do Sodré. Un local elegante a la vez que acogedor, fantástico trato y muy bien ambientado.
Gambas al ajillo, foi – gras, chuletitas de cordero, pulpo a la feria, pimientos de padrón….una carta amplia y variada con todo lo mejor del tapeo español. Tal y como él mismo reconoce, ha tenido que adaptar esta tradición a la cultura portuguesa donde “difícilmente una barra con pinchos triunfa. Falta el ambiente que encuentras en los bares de España”.
Pero el resultado le ha funcionado, así lo demuestran los 30 años que lleva al frente del negocio. Incluso cuenta ahora con una Heredad en el Alentejo de donde provienen gran parte de los productos que utiliza en su cocina.
La carta de vinos tiene 400 referencias, de vinos tanto portugueses como españoles, la mejor opción para acompañar un buen jamón ibérico (trabaja con las tres denominaciones de origen), o un queso manchego. Cada día tienen además un plato diferente, como puede ser la fabada asturiana. No falta la paella valenciana, el cochinillo asado o un entrecot de buey asturiano. También tienen patatas bravas y montaditos de cabrales y de jamón ibérico. Los precios oscilan entre los 3,5 euros de las tapas más baratas hasta los 19 euros de platos como la paletilla de cordero. También tiene una larga selección de puros.
Este bar cuenta con una larga lista de tapas españolas- BELÉN RODRIGO
Este simpático local lleva cuatro años en la Rua Dom Pedro V, muy próximo a Príncipe Real. Sin embargo cuenta con treinta años de experiencia en el mundo de las tapas cuando los mismos dueños abrieron El Gordo, el primer local de este género que abrió en el Barrio Alto. Un restaurante que podría pasar perfectamente por una taberna española dada la decoración con numerosos carteles de corridas de toros e incluso la bandera española. Incluso en el exterior tiene los conocidos barriles de cerveza que funcionan como mesas.
Una paleta de jamón Joselito es de las primeras cosas que se ven al entrar y en la carta encuentras desde patatas bravas, alioli, gazpacho, mejillones, morcilla de burgos e incluso puntillitas. También se puede comer un cochinillo o un buen chuletón de ternera. Para beber, mucho vino español y cerveza, únicamente Estrella Damm. Encuentras un ambiente divertido y precios muy variados, desde 4 euros algunas de sus raciones. Una carta con cerca de cien propuestas para tapear. Las bravas son todo un clásico.
Los mismos dueños tiene en la zona otros dos locales, Tapas 28, en donde trabajan sobre todo con turistas, y El Gordo, que pretende captar un público más joven y se ha especializado en hamburguesas, sin olvidar las tapas.
Cada día hya una variada oferta de pinchos fríos y calientes- BELÉN RODRIGO
Es uno de los locales más recientes de la ciudad en donde se puede encontrar una buena y muy asequible variedad de pinchos y raciones. Sus propietarios, tres jóvenes portugueses con mucho entusiasmo y valor, han conseguido una buena combinación de propuestas portuguesas y españolas. Una comida de fusión de los dos países, tal y como ellos la definen. Está en el Barrio Alto y es una pequeña tasca totalmente remodelada y decorada de forma sencilla y con buen gusto.
Cada día tienen diferentes propuestas de pinchos fríos y calientes, que cuestan 1,6 y 2,2 euros. Una de sus especialidades en el pincho de Portobello. El champiñón va acompañado de tomate confitado, jamón, bacon y queso de la isla. Entre las raciones destacan los huevos revueltos con espárragos y farinheira (embutido típico portugués) y sus tortillas, en especial la de la casa (Tapa Bucho) con salami y champiñón. También puedes encontrar cáscara de patata frita, peixinhos da horta (judía verde rebozada en masa de tempura) o rabo de buey.
Se vende únicamente cerveza Estrella Damm y el vino de la casa (8 euros la botella) es una excelente opción para acompañar las tapas.
Tapas sofisticadas en un ambiente elegante a la vez que informal- BELÉN RODRIGO
El Largo do Carmo, una de las plazas más bonitas y con mucha historia de Lisboa, cuenta desde hace un año con un interesante lugar para tapear. O Carmo es conocido por sus tapas sofisticadas y por su elegante decoración pero sin perder la informalidad. El concepto de este restaurante es el de ofrecer a sus clientes un momento de diversión y de poder compartir lo que llega a la mesa. La distribución del espacio es muy original, como si de una casa se tratase, lo que permite tener salas privadas para los que busquen privacidad. De ahí que se aproveche para hacer reuniones de trabajo a la vez que se come.
Los platos son abundantes y destacan los peixinhos da horta (judía verde rebozada con salsa de tempura), las gambas al ajillo y el pica-pau (carne de ternera cortada en trozos pequeños en cuya salsa no puede faltar el sabor ácido de los pepinillos). El chef Hugo Landeiro da un toque muy especial a cada tapa que se han ido haciendo muy famosas en la zona. Queso, chorizo, morcilla con manzana….todo propuestas muy portuguesas.
Entre semana se puede comer por menús de 12 euros y también aceptan cenas de grupos. Sus dueños son propietarios de otro restaurante, gourmet, O Sacramento.
Artir se ha dado a conocer como un lugar informal y acogedor - BELÉN RODRIGO
Abrió sus puertas en diciembre de 2009 y en estos cuatro años se ha posicionado como un lugar acogedor e informal. Un bar donde se puede disfrutar en compañía de un buen vino y tapas nacionales. Pasteles de bacalao con arroz de tomate, chorizo asado en aguardiente y mollejas de pollo al modo lisboeta son algunos de los platos más solicitados por los clientes.
En este local se encontraba antes el Bartis, uno de los primeros bares de referencia del Barrio Alto. Los actuales propietarios, dueños también de Lisboa à Noite y Sinal Vermelho, han apostado por las tapas y raciones con productos nacionales para darlas a conocer a los portugueses y a los turistas.
Es un local simpático, que guarda alguna tradición del antiguo bar de jazz. Las paredes conservan los instrumentos musicales y retratos y en la carta no falta la famosa tosta (sándwich) de pollo, para algunos la mejor que se sirve en toda Lisboa.
La decoración del local es típicamente portuguesa- BELÉN RODRIGO
La decoración de este restaurante es lo primero que llama la atención, con manteles típicamente portugueses (con los gallos de Barcelos) y piezas muy llamativas y coloridas. El suelo imita la típica calzada lusa y en las paredes están impresas imágenes de Lisboa.
Este local atrae a muchos turistas que pasean por la conocida Rua de Atalaia en pleno Barrio Alto. Allí se encuentran tapas nacionales como los chocos fritos, pulpo o almejas. Tampoco faltan las sardinas, uno de los platos que más se venden. Siempre acompañado de vino (una copa o una botella) y sobre todo de buena compañía.
Noo Bai Café está en el conocido mirador de Adamastor- BELÉN RODRIGO
Su colorida terraza y las vistas que se aprecian desde el mirador de Adamastor aseguran una agradable comida. No solo de tapas sino también de platos ligeros o de otros tradicionales como el bacalao y los domingos es muy conocido por su brunch . El ambiente y el entorno animan a divertidas combinaciones como las tapas con caipiriña o mojito. Una de las especialidades de la casa es el panecillo relleno de Noo bai, una pasta de queso con cebolla y un toque especial.
Desde hace siete meses este local tiene una nueva gerencia que reúne a tres generaciones de una familia con larga tradición en la restauración. Se encuentra cerveza Estrella Damm y para tapear no faltan los boquerones en vinagre o las croquetas de alheira (embutido típico portugués).
El jamón ibérico de bellota es el producto estrella-
Los clásicos nunca fallan y como tal, el restaurante Cinco Jotas es una buena elección para disfrutar de una comida de tapas. La peculiaridad de este local del grupo Osborne es que está localizado en el 7º piso El Corte Inglés de Lisboa, el primer Cinco Jotas Gourmet de Portugal. Cuenta con una carta de primera calidad y no faltan los mejores productos del cerdo 100% ibérico puro de bellota, identificados por la marca Cinco Jotas.
Además del famoso jamón ibérico de bellota se puede degustar un salmorejo con huevo duro,croquetas de jamón, huevos rotos, solomillo ibérico o un bacalao frito con salsa de gambas. La carta es rica y variada en pinchos y raciones y cuenta con menús, sobre todo para la hora de comer. La carta de vinos es igualmente interesante y variada.
Al estar en el último piso se puede apreciar una buena panorámica sobre la ciudad de las siete colinas.