La bandera roja no es para surfistas y otros diez mitos sobre los riesgos en las playas

Comer antes de nadar no tiene relación con el ahogamiento ni de por sí es una contradicción. A menudo se ha confundido con la hidrocución, que puede ocurrir por un cambio brusco entre la temperatura corporal y la del agua , y esto puede ocurrir tanto después de comer, de tomar el sol o de realizar actividad física intensa

Ni han demostrado seguridad. Además generan una falsa sensación de confianza a los responsables de los niños

La apnea es una práctica común en las actividades acuáticas. Respirar varias veces de forma rápida y profunda antes de la inmersión o ignorar las sensaciones de falta de oxígeno entraña un gran riesgo fisiológico provocando la pérdida de consciencia bajo el agua (apagón hipóxico)

En realidad, una persona que se ahoga frecuentemente lo hace en silencio. Reconocer a la víctima que se ahoga es un reto para socorristas y bañistas

La bandera roja afecta a todas la personas en el agua independientemente de su actividad , al igual que los semáforos en las carreteras convencionales. La bandera roja no sólo se iza cuando hay olas, también cuando hay aparato eléctrico, amenaza de animales marinos u objetos flotantes, etc. Si existe alguna excepción estará reguladada por cada municipio, tendrá carácter local y deberá especificar quiénes y qué circunstancias no se verán afectados por esta señalización

Nada más lejos de la realidad. El 99,8% del trabajo de los socorristas es la prevención, el rescate sólo representa el 0,1%.

El ideario popular ha determinado como tratamiento de urgencia la orina, pero la evidencia científica ha mostrado mayor descarga de veneno inducida por la presión al contacto

Todo ahogamiento ocurre, por definición propia, por la aspiración de líquido, bien por inmersión o bien por sumisión

Este término es obsoleto y su uso minimiza las estadísticas reales sobre este tipo de incidente. El término correcto es ahogado fatal (cuando el resultado es mortal) y ahogado no fatal (cuando se sobrevive con o sin secuelas)

Estos actos además de inútiles y de suponer una pérdida de tiempo no combaten el daño principal del ahogamiento, que es la hipoxia. Para las personas ahogadas que no respiran debe seguirse el protocolo actual de RCP, que incluye ventilaciones y compresiones.

«Este informe es pionero en abordar los mitos y bulos relacionados con los incidentes acuáticos y con las labores de prevención de los socorristas. Es un decálogo que arroja luz y evidencias sobre un problema global de salud y seguridad a menudo subestimado», asegura Carlos Mateos, coordinador de #SaludsinBulos.