CAMBIOS EN LA AGRICULTURA
El nuevo modelo de ayudas pasa del papel al campo
En 2015 el sector estrena una reforma agraria, otra fiscal y el nuevo Plan de Desarrollo Rural de Andalucía, entre otras novedades legislativas
Las novedades legislativas que entran en vigor en 2015 van a provocar más de un dolor de cabeza a los agricultores y ganaderos andaluces, que se enfrentan a un año decisivo marcado por la aplicación sobre el terreno de los Reales Decretos aprobados en el ámbito europeo, nacional y regional, que dictaminará una nueva forma de producir alimentos al sector agrario.
Este año, el campo estrena el nuevo modelo de distribución de los pagos de la Política Agraria Común (PAC), que se aplicará hasta 2020, y que afectará, en términos generales, a unos 254.000 agricultores y ganaderos andaluces (28.000 en Sevilla), llamados a presentar sus solicitudes a partir del 1 de marzo. No obstante, desde este mes los productores pueden comunicar las cesiones de derechos de ayudas.
Para Asaja Sevilla, «la aplicación del nuevo marco de la reforma comunitaria va a marcar gran parte de la agenda agraria andaluza en 2015», donde los retos a nivel europeo pasan también por «dar carpetazo a la política errática de la UE respecto a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM)», siendo necesario «pelear por una política más flexible en cuanto al uso de transgénicos en la agricultura y en las leyes de la Competencia».
A nivel nacional, la patronal agraria va a poner en marcha en este ejercicio una campaña para combatir la venta a pérdidas, además de «perseguir las prácticas abusivas que se produzcan en la cadena alimentaria, pues la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) nos avala», señala el secretario general de la organización, Eduardo Martín.
Además, «el sector agrario se enfrenta a la entrada en vigor de una nueva reforma fiscal, donde se ha consolidado el sistema de módulos, que simplifica la tributación de las explotaciones agrarias», aunque en este ejercicio «queda pendiente de solventar con el Ministerio de Hacienda las reclamaciones por el IVA con que van grabadas las cesiones de derechos», explica.
En cuanto al tema de seguridad en el campo, Asaja Sevilla apuesta por «impulsar a nivel nacional en este ejercicio la reforma del Código Penal que se inició en 2013, con el objetivo de que se tipifique como delito y no como falta desde el primer euro robado en las explotaciones agrarias», además de «castigar la reiteración de un hurto y continuar con la vigilancia que vienen realizando los equipos Roca de la Guardia Civil y la Policía en las zonas rurales»
Retos a nivel andaluz
Respecto a la política regional, será decisivo el estreno del nuevo marco del Plan de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2015-2020, que determinará si las ayudas agroambientales llegarán a sectores tradicionales del campo hispalense como la remolacha, muy demandado por el sector, donde Sevilla lidera la producción regional del cultivo. Del PDR andaluz dependen también las ayudas para la incorporación de jóvenes al sector agrario, el arreglo de caminos rurales, o las ayudas a la industria agroalimentaria, por lo que la organización agraria exige «una buena planificación que evite retrasos en la aplicación de los programas y el riesgo de la pérdida de fondos por no ejecutar el presupuesto, como ha ocurrido con el marco anterior 2007-2013, donde aún quedan por gastar más de 400 millones de euros», critica Martín.
Este nuevo año será decisivo para implantar el Plan de Viabilidad del sector de la aceituna de mesa en el que ya se está trabajando, así como para sacar adelante «un Plan Estratégico para el sector de los cítricos, aprobar nuevas materias activas que permitan el normal desarrollo del cultivo del algodón, e impulsar el proyecto de modernización del arroz, que debe realizarse con o sin dragado del río», sostiene Asaja Sevilla.
En el sector de los cereales y oleaginosas, el reto está en «impulsar un plan que permita estructuras de regulación de mercado o almacenamiento, para evitar precios ruinosos en origen, como los que ha tenido el girasol o el maíz en Andalucía», y en cuanto a la ganadería, Asaja apuesta por «activar un plan de choque» para rentabilizar el sector y «hacer una gestión más adecuada para acabar con el virus de la lengua azul, para que el sector no vuelva a quedarse sin vacunas como en 2014».
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