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Las armas del Príncipe de Asturias 

Por MANUEL RODRÍGUEZ DE MARIBONA
Genealogista


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l día 16 de abril de 2001, por medio de un Real Decreto, se dio un importante avance en lo que se refiere a los emblemas que corresponde usar a Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, como Heredero de la Corona de España. El consejo de Ministros aprobó en esa fecha el citado Real Decreto por el que Su Majestad el Rey autoriza indirectamente el uso de armas propias para el Príncipe Don Felipe, al figurar en su Guión y Estandarte:


El Guión, con el fondo de color azul de la bandera del Principado de Asturias, será un pendón cuadro, todo él rodeado por un cordoncillo de oro, del que arranca un fleco de hilo del mismo metal. Sobre el color azul y en su centro habrá un escudo cuartelado: primero, de gules, con un castillo de oro, almenado, mazonado de sable y aclarado de azur, que es de Castilla; segundo, de plata con un león rampante de púrpura coronado de oro, lampasado y armado de gules, que es de León; tercero, de oro, con cuatro palos de gules, que es de Aragón; cuarto, de gules, con una cadena de oro, puesta en orla, en cruz y aspa, con un punto de sinople en abismo, que es de Navarra. Será entado en punta de plata, con una granada al natural rajada de gules, sostenida, tallada y hojada de dos hojas de sinople, que es de Granada. Sobre el todo, un escusón de azur con tres flores de lis de oro, bordura de gules, que es de Borbón. El todo diferenciado con un lambel de azur de tres pies.


El Escudo, timbrado por una corona cerrada, que es un círculo de oro engastado en piedras preciosas en sus colores, está compuesto de ocho florones de hojas de acanto visibles, de las cuales cinco están interpoladas de perlas en su color, de los que parten cuatro diademas de perlas (vistas tres), que convergen en un orbe azul, con el semimeridiano y el ecuador de oro, sumado de cruz de oro, la corona forrada de rojo y rodeado del Toisón de Oro.
El Estandarte será una bandera cuadra de igual color que el Guión y con su misma composición, sin el cordoncillo de oro ni fleco.


La creación de estos emblemas propios para el Heredero de la Corona era necesaria para diferenciarlos claramente de los de su padre, el Rey de España. Aunque, y como posteriormente veremos, no siempre se ha hecho uso de una armería específica de los príncipes herederos de la Corona española, en la actualidad era conveniente, sobre todo por dos motivos fundamentales. El primero, y más importante, es por ser España una Monarquía Constitucional y por tanto utilizarse las Armas de Su Majestad como símbolo oficial, no siendo conveniente que nadie, ni siquiera su hijo primogénito el Príncipe de Asturias, ostente el mismo escudo. El segundo motivo es por su próximo matrimonio, que conlleva un protocolo en el que deben figurar sus Armas propias, que no se confundan con las de su regio Padre, y por consiguiente de las españolas.
Con este Real Decreto las diferencias en los emblemas se manifestaran en tres puntos concretos: primero, por el color, con el azul de la bandera del Principado de Asturias, distinguiéndose del azul oscuro que usa el Rey; segundo, por el timbrado de la Corona de Príncipe, que se distingue por llevar cuatro diademas en vez de las ocho de la real; y tercero, por la presencia del lambel, pieza heráldica que consiste en una faja con tres puntas pendientes, y que se usa para diferenciar las armas dentro de una misma familia.

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