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Fin al segundo invierno «más seco» del siglo en Madrid: más contaminación y solo 10 días de lluvia

La falta de ventilación, la estabilidad y el calor en altura han propiciado los episodios de alta polución, junto al día de la semana o al tráfico, según la AEMET

Una mujer sujeta un paraguas para resguardarse de la lluvia en la capital José Ramón Ladra

S. L.

Un invierno «anómalo» o el segundo «más seco» del siglo . Así califican desde la AEMET el periodo estacional que terminó ayer para dar paso a la primavera. Apenas hubo lluvia y nieve y las temperaturas medias en la capital fueron más altas de lo normal. Por todo esto, ha sido segundo invierno más seco del siglo XXI –tan solo por detrás del de 2011-2012– y el quinto desde 1965 , año en el que comenzaron los registros.

Según las estaciones de medición situadas en el centro de Madrid, apenas se recogieron 30 litros por metro cuadrado, cuando en los anteriores inviernos esta cifra ascendía a más de 100.

Por otra parte, la estabilidad, el calor en altura y la escasez de viento han propiciado la falta de ventilación en la capital, lo que ha favorecido los episodios de contaminación , junto a otros factores, como el día de la semana o el tráfico.

Ricardo Torrijo, meteorólogo de la Delegación Territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en Madrid así lo ha expuesto en una rueda de prensa para ofrecer un resumen climatológico del invierno.

«La contaminación y la meteorología están muy relacionadas », ha indicado Torrijo, quien ha precisado que este invierno, en el que ha predominado la estabilidad y ha habido poco de viento, ha favorecido los episodios de contaminación , cuando estas condiciones persisten durante tres o cuatro días .

La AEMET asesora al Ayuntamiento de Madrid desde el punto de vista meteorológico para la toma de decisiones en episodios de contaminación y este año el apoyo ha sido más intenso porque las situaciones meteorológicas adversas han sido bastante frecuentes , según el meteorólogo.

Torrijo ha detallado que, en primavera, cuando los días son despejados y soleados, no se dan situaciones favorables a los episodios de contaminación como las que se producen en el corazón del invierno, en los meses de diciembre y enero.

«Ahora, los días son más largos, el calentamiento diurno es más intenso y los episodios de contaminación no son de la intensidad de otras fechas. (...) Lo peor habrá pasado ya seguramente», ha agregado.

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