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Antonio Basagoiti - Candidato del PP a la Presidencia del País Vasco

Basagoiti, el constitucionalismo por bandera

M. Ruiz Castro - Madrid

El hombre del consenso, conciliador y moderado, tiene un único objetivo: ser la alternativa democrática del nacionalismo en el País Vasco

Antonio Basagoiti
Antonio Basagoiti / ABC

El mismo día en que cumplía 39 años, Antonio Basagoiti tuvo que despedirse. Dijo adiós al Ayuntamiento de Bilbao, aquel al que llegó de la mano de su tía materna con solo 25 años —lo incluyó en la candidatura a la alcaldía— y en el que, como él mismo dijo, aprendió todo lo que sabe de la política. «Me llevo a Bilbao en el corazón», dijo. Ese 25 de octubre ocupó la presidencia de los populares vascos, un proyecto que afrontaba con «ilusión» y con un objetivo, presente desde que en 2000 lo defendió en una ponencia: la sustitución democrática del nacionalismo vasco.

Antonio Basagoiti es hijo de banqueros y empresarios, lo que lo llevó a trasladarse a Madrid cuando tenía diez años. Pero cuando tuvo que elegir carrera universitaria, optó por Derecho en Deusto. Ingresó en la familia «popular» a los 25 años, y aunque siempre ha defendido los valores del partido y su proyecto en el País Vasco, conserva un estilo propio del que ha hecho gala en varias ocasiones, desmarcándose del discurso oficial. El «verso libre» del PP abogó por «modular» el mensaje antinacionalista en el País Vasco tras las elecciones del 9 de marzo, ganándose las críticas de algunos compañeros de partido.

Es un hombre conciliador y moderado. No solo supo mantener una postura intermedia entre Mariano Rajoy, al que ha apoyado en todo momento, y María San Gil, que le abrió las puertas del PP vasco y a la que nunca reprochó ni criticó en sus encontronazos con el ahora presidente del Gobierno, sino que salió airoso de la crisis abierta en el seno del partido por la renuncia de San Gil. Prueba de su carácter conciliador y actitud proclive a lograr consensos es la relación que mantuvo con el PNV en el Consistorio bilbaíno, con quien llegó a pactar entre 1995 y 1997, lo que le sirvió para hacerse con la concejalía de Educación y Medio Ambiente.

Alternativa constitucionalista
Un cambio político en Ajuria Enea. Sus ansias de crear el primer gobierno vasco no soberanista lo llevaron a propiciar un pacto inédito con los socialistas de Patxi López, deseo que se vió truncado por la ruptura del acuerdo, consecuencia de los ataques constantes del lendakari contra la política de recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. «Quizá lo nuestro sea más sexo que amor. Aunque no tengo duda de que a él le ponen más Madrazo, Ziarreta, Urkullu o Imaz», dijo de López antes del pacto.

Hablar de un líder popular en el País Vasco supone irremediablemente hablar de ETA. En septiembre de 1997, en una operación de la Guardia Civil contra el Comando Vizcaya, los agentes encontraron información minuciosa sobre Basagoiti y el entonces presidente del PP vasco Carlos Iturgaiz, contras los que pensaba atentar de forma inminente. El fin de la violencia etarra fue siempre su prioridad. Tanto es así que, cuando corrió el rumor de que el lendakari había mantenido una reunión con miembros de la ilegalizada batasuna, ello supuso el primer motivo de desencuentro con Patxi López. «Que sepa la gente que estos que han hecho este terrible atentado no son vascos. No son nada, son mierda», dijo en julio de 2009, tras el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos.Tras el anuncio del abandono de las armas de la banda terrorista, Basagoiti apostó por trabajar por la convivencia entre vascos, que sigue siendo su principal objetivo.

Casado y padre de tres hijas, es aficionado al golf, al cine español y al Athletic de Bilbao. En su despacho cuelga una foto de sí mismo con su camiseta de «los leones», una fotografía que le hizo El Correo en 2009. «Me gustó mucho y la enmarqué», dice en su blog. En una entrevista aseguró que acudía a San Mamés con su hija mediana a ver los partidos del Athletic, pero también a La Casilla, a ver los chicos del baloncesto.

«Me metí en política porque me gusta, porque sentí que alguien tenía que cambiar esto», dijo en una entrevista. Los vascos tienen a su cita con las urnas cuatro días antes de que Basagoiti sople 43 velas. Quién sabe si su regalo de cumpleñaos será esta vez Ajuria Enea.

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