¿Podemos llenar el velódromo de Dos Hermanas? Sí, Podemos

Tic tac, tic tac, son las seis de la tarde y van llegando gente al velódromo de Dos Hermanas. ¿Se podrá llenar o no? Tic tac, tic tac, el tiempo avanza y a las ocho estaba ya el aforo casi completo y los podemitas muy contentos. El órdago del mítico espacio electoral hasta ahora sólo abarrotado por el PSOE y el PP funcionó. No eran las «30.000» de antaño, pero 14.500 personas, cifras oficiales, ocuparon sus asientos. Sí, hasta la bandera, salvo unos pequeños huecos en algunas esquinas difíciles de acceder. Pero, ¿qué banderas? Andaluzas, republicanas, una de Cuba con el Che, varias de la organización ecologista Equo y sobre todo moradas.

Más de cien periodistas acreditados, portugueses, franceses, alemanes, japoneses, marroquíes… Las primeras dos horas fueron amenizadas por las chirigotas, la parte más divertida y jugosa. Luego vino el apartado político. El primero en tomar la palabra, Íñigo Errejón, secretario político, criticó a «los de siempre, a los que no querían estas elecciones y no se dieron cuenta que Andalucía no es moneda de cambio». Errejón, que llegó a dedicar un «sinvergüenza» al presidente del Gobierno , dijo «que las elecciones no se convocan contra nadie sino a favor de los ciudadanos, del futuro, del pequeño comercio, para que las políticas erróneas se corrijan». A la mitad del mitin de Errejón problemas de sonido, no le oyen parte del graderío. No fue el único incidente técnico. El wifi no funcionaba y había saturación de líneas. Pero no importa, el público está entregado. Crisis, los malos del Ibex 35, rescate, familias necesitadas, las palabras más repetidas para buscar los aplausos. «Hay que abrir puertas y ventanas, limpiar las instituciones, el cambio político comienza en Andalucía» fueron sus últimas palabras para dar paso a la candidata a presidir la Junta, Teresa Rodríguez.

De repente, suenan los primeros compases del himno de Andalucía, que de forma espontánea empiezan a cantar. Luego se corea otro clásico, «el pueblo unido, jamás será vencido» y Rodríguez se une a ellos. «Podemos ha crecido en Andalucía para que sus hijos que han tenido que inmigrar vuelvan», grita. Luego arremetió contra los aforamientos y achacó al PP que se preocupe ahora de ellos, «porque saben que no van a ganar aquí». No se olvidó de los desahucios, de los recortes en las escuelas, de las mareas verdes y de las blancas, «de todas hemos aprendido». Tuvo un gesto para «los militantes del PSOE que han pedido el voto para Podemos». Y habló de «orgullo» con tal pasión que fue interrumpida varias veces como «presidenta, presidenta, presidenta». «Se les acaba el chollo», les espetó a su público entregadísimo, el cual le contestó el consabido «tic, tac, tic, tac». «Emergencia habitacional» fue el palabro para criticar a los que han perdido su vivienda. Más de lo mismo, «el pueblo unido jamás será vencido», con el puño levantado los más comprometidos con la joven profesora que prometió que si ella gobernaba seguiría con su mismo sueldo . Olas de los muy movilizados que parece que están en un campo de fútbol.

Fervor cuando Pablo Iglesias saluda recitando a Miguel Hernández. «Hay que esperar al domingo para ganar porque el número 12 muchas veces no juega», manifestó convencido que tocan el cielo. Seguidamente hizo una crítica al PP-PSOE por repartirse el poder, «los populares en Madrid, y Andalucía para los socialistas, es el pacto para impedir el cambio». Y finalizó con un símil de animales donde los malos son «los buitres» y los buenos -entiéndase que entre ellos está Teresa- «las leonas que van a defender a sus camadas». Juan Carlos Monedero, que no actuó, salió a saludar al final. Hubo globos. Y se perdió un niño que de forma inocente tenía ilusión por alcanzarlo...