Luis Suárez y otros futbolistas conflictivos de la historia

Luis Suárez

Es el último que se ha unido a una larga lista de jugadores que entraron en la historia casi más por sus problemas dentro y fuera del campo que por su forma de jugar a fútbol. La imagen de Luis Suárez mordiendo a Chiellini ha dado la vuelta al mundo y le ha costado al uruguayo una sanción ejemplar por parte de la FIFA. Nueve partidos y cuatro meses alejado del fútbol.

No era la primera vez que Suárez mordía en un campo de fútbol. Cuando militaba en el Ajax, ya le cayó una sanción de siete partidos por darle un bocado a un rival y, ya en el Liverpool, volvió a hacerlo contra Ivanovic. Parece que el uruguayo no aprende.

Mario Balotelli

«Why always me?» –«¿Por qué siempre yo?»–, se pregunta una y otra vez Mario Balotelli, incluso mostrando una camiseta con la frase para celebrar un gol. Un delantero al que parece que le gusta tanto meterse en líos como marcar goles. Enfrentamientos con sus entrenadores, fotos polémicas con la camiseta del eterno rival, sospechosos incendios en su casa... un gran repertorio para un jugador que dentro del campo no elude, precisamente, la bronca.

En 2012 fue sancionado por cuatro partidos por pisarle la cabeza a un jugador del Tottenham, un par de meses antes de ser multado por su club por irse a un bar de «striptease» la noche antes de un partido. Por su comportamiento y sus múltiples peleas con Roberto Mancini, el Manchester City le recomendó acudir al psicólogo, pero continuó con sus formas habituales.

Antes de disputar la Eurocopa de Polonia y Ucrania, aseguró que si alguien le tiraba un plátano durante un partido acabaría en la cárcel, porque lo mataba. Así es Balotelli. Temperamento puro, casi tanto como magia en las botas de «Súper Mario».

Pepe

A Pepe siempre le perseguirá la famosa jugada con Javi Casquero. El defensa del Real Madrid agredió en múltiples ocasiones al por entonces jugador del Getafe y tuvo que cumplir una sanción de diez partidos por aquella acción. Aquella imagen todavía está en el recuerdo de los aficionados.

El central portugués está siempre en el foco de la polémica. Allá donde haya un conflicto en el terreno de juego, aparece para meter jaleo, ya sea para defender a sus compañeros o para echarle en cara algo a un contrario. Los árbitros le tienen cogida la matrícula y ha sufrido múltipes expulsiones al mirar con lupa sus jugadas. La última, en el Mundial de Brasil, por un amago de agresión en el Alemania-Portugal.

Stoichkov

El búlgaro era todo un espectáculo. Como jugador, Hristo Stoichkov podía resolver casi cualquier partido él solo, pero también era capaz de revolucionarlo. Agresiones, trifulcas... declaraciones polémicas... incluso pisotones al árbitro.

Fue sancionado a seis meses sin jugar a fútbol por aquella acción contra el colegiado del Barcelona- Real Madrid de la Supercopa de España de 1990. Fue expulsado en ocho ocasiones cuando militaba en el Barcelona, algo que colmó la paciencia de Johann Cruyff, por aquel entonces entrenador del conjunto culé.

Cuando abandonó el fútbol profesional, no dejó de lado la polémica. Sus declaraciones siempre han saltado a la palestra, como cuando calificó la entrega del Balón de Oro como «un asco», o al entrar a valorar el juego del Barcelona con todos los entrenadores que han pasado por el Camp Nou.

Juanito

Genio y figura. Ídolo del madridismo, Juanito dejó no solo fútbol en los terrenos de juego. Era hábil y rápido con el balón y llevó con orgullo el 7 del Real Madrid, pero protagonizó momentos en los que se dejó dominar por su temperamento.

Fue sancionado a dos años sin disputar partidos de competiciones europeas por agredir a un árbitro y, posteriormente, a otros cinco años por el famoso pisotón en la cabeza a Mattäus durante un Bayern-Real Madrid. El club blanco también arremetió contra él en varias ocasiones por su comportamiento fuera del terreno de juego y recibió varias multas por su vida nocturna.

Maradona

El problema de Diego Armando Maradona no estuvo en el campo, sino lejos de los terrenos de juego. Fue sancionado en dos ocasiones por consumo de drogas, algo que empezó cuando jugaba en el Nápoles. «Me han cortado las piernas», llegó a decir el astro argentino cuando fue multado tras el Mundial de Estados Unidos por dar positivo en cocaína en un control.

Quince meses estuvo alejando de los campos y empezó a entrenar. No dejó de lado sus peleas con periodistas, sus fiestas nocturnas ni su particular forma de ser que le creó numerosos enemigos. Recibió numerosas críticas cuando se hizo cargo de la Albiceleste como seleccionador y él respondió en rueda de prensa. «Que la chupen», les dijo a los periodistas cuando consiguió la clasificación para el Mundial de Sudáfrica.

Cantona

Verlo jugar era un espectáculo, hasta que se le cruzaban los cables. Eric Cantona era un jugador polémico por excelencia, que no se dejaba amedrentar por los defensores rivales y que no dudaba lo más mínimo en irse contra ellos si se revolvían. Incluso contra sus propios compañeros o sus propios aficionados.

Su peor versión se vio el 25 de enero de 1995. El galo acababa de ser expulsado en un partido contra el Crystal Palace y un aficionado del United empezó a insultarle mientras se retiraba a los vestuarios. Sin dudarlo, Cantona se fue contra él y le propinó una patada que pasó a la historia.

Fue multado a dos semanas de prisión por la agresión, aunque se lo acabaron permutando por trabajo en servicios sociales. Además, recibió una sanción deportiva de nueve meses fuera de los terrenos de juego.

Gascoigne

El gran problema de Paul Gascoigne fue el alcohol, algo que se agravó cuando se alejó de los terrenos de juego. Aún hoy día, continúa acudiendo continuamente a clínicas de rehabilitación y su entorno ha realizado declaraciones temiendo por su vida en varias ocasiones.

Cuando jugaba, la polémica siempre le acompañaba. Era un «showman» al que le gustaba provocar siempre al contrario. Cuando no le tocaba el culo a un defensa para distraerlo, se burlaba de él después de haberle hecho un caño.

Sacó la lengua a la cámara durante un partido de Inglaterra, cuando sonaban los acordes del «God save the Queen», y celebró un gol con la camiseta inglesa al estilo de las marchas protestantes y llegó a cambiar las diapositivas de las tácticas de su entrenador por imágenes pornográficas. Genio y figura.

George Best

Los vicios lastraron la carrera de George Best. «En 1969 dejé el alcohol y las mujeres y fueron los peores 20 minutos de mi vida», dijo en una ocasión el ex jugador del Manchester United. Antes había eclipsado a Bobby Charlton y era la pesadilla de cualquier entrenador, tanto rival como propio.

Best era un genio con el balón en los pies, pero su pasión por la botella le condujo al olvido. En ocasiones se hizo más famoso por sus frases que por su fútbol, aunque dejaba muestras de lo gran jugador que era cada vez que saltaba al césped.«He gastado mucho dinero en alcohol, mujeres y coches de carreras. El resto lo desperdicié», se lamentó en alguna ocasión.

Tuvo que pasar un tiempo en la cárcel por agredir a un policía cuando se encontraba ebrio y acudió a un programa de televisión completamente borracho. Murió en 2005, tres años después de haberse sometido a un trasplante de hígado. Antes, pidió a la prensa que publicara una foto suya postrado en la cama del hospital, acompañado de una frase: «No mueran como yo».

Vinnie Jones

Hoy actor, Vinnie Jones fue en su día uno de los jugadores más duros y agresivos de la historia del fútbol británico. Era defensa y se ocupaba de amedrentar a sus rivales a través de entradas y marcajes férreos.

Saltó a la fama después de un partido en el que tuvo que lidiar con Paul Gascoigne. Le llegó a agarrar de los testículos para que no se moviese demasiado, cuando todavía Gascoigne era un jugador emergente. Antes ya había salido en la prensa tras obligar a un jugador a retirarse del fútbol tras una dura entrada. Ocurrió en su primera temporada en el Wimbledon.

Fue expulsado en doce ocasiones en la Premier League, solo superado por las trece de Roy Keane.