
Diez canciones de la EGB
Actualizado: Guardar 12345678910Abracadabra
«¿Qué tiene esta bola que a todo el mundo le mola?» Sencillo. Era como un ordenador pesonal, podíamos ver cualquier videocasete, nos ponía música divina y todo «sin pilas ni nechufes a la red». Ah, y en ella vivía la Bruja Avería. «Zoom, zoom, culombio, culombio», la sintonía de «La bola de cristal» es el himno de la EGB por aclamación popular.
Thriller
efe La canción molaba, pero lo que partió la pana fue el vídeo. Un Michael Jackson con mejor color que en sus últimos años se transforma en zombi y montaba una terrorífica «rave» con sus colegas. Pero lo más inquietante es el final, cuando todo parece quedar en un sueño de su novia... hasta que Michael se gira a la cama y...
Barrio Sésamo
«Na, na na, nananá, naaaaa na na...». En el apartado de canciones sin letra, solo las sintonías de «Barrio Sésamo», «Verano Azul» y el himno de España han conseguido triunfar más que Sabrina en una gala de Nochevieja.
The Final Countdown
Ahhhh, ¡Qué himno! Con los acordes iniciales de «el tema» de Europe, muchos aprendimos los primeros movimientos «heavies»: cabeza «p'alante» - cabeza para atrás. Todos corrimos a comprar el casete para luego descubrir que el resto de canciones se las podían haber dejado en Suecia.
Amigo Félix
Cada vez que oíamos hablar del lobo, no del de Caperucita, nos acordamos de él. A Féliz Rodríguez de la Fuente le perdimos en un accidente de helicóptero y Enrique y Ana le realizaron un merecido homenaje en nombre de todos los que hicimos la EGB.
Había una vez un circo
EFE «Que alegraba siempre el corazón, lleno de color, un mundo de ilusión, pleno de alegría y emoción...». Sí, así era el loco mundo de los payasos. Cuánto os echamos de menos.
Comando G
Los cinco preadolescentes con pinta de ser la precuela de los «Power Rangers» nos dejaron un tema imprescindible en los karaokes nostálgicos de las reuiniones de antiguos compañeros de clase. Basta con que uno se arranque... «¡Siempre alerta estáaaaa».
Verano Azul
Ya lo hemos dicho: otra canción sin letra que todos sabemos silbar de memoria. Es subirnos a una bici y aquello brota solo. Eso sí, ¿cuántos dientes de leche se perderían en el intento incrustados en el asfalto?
Tigres, leones
Torrebruno era un auténtico «showman» y por su culpa poníamos la casa patas arriba, saltando, animando, vitoreando a los dos equipos, empeñados ambos en «ser los campeones». La cosa no estaba fácil. Los tigres eran «Los más fuertes, los más duros de pelar». Los leones, «fardones, los más duros y los más melenudos». Al final, los dos eran los mejores, mientras que nosotros nos quedábamos sin postre.
Sufre mamón
Quién no la haya cantado acordándose del que le lelantó a su chica es que no ha tenido infancia... o chica. Luego nos parábamos a pensar: ¿hacer que se revuelva en polvos picapica? ¿Qué venganza es esa? Donde esté una buena bomba fétida... O mucho mejor, llamar a su telefonillo y salir corriendo. Que sufra.