entrevista
Gustavo Gimeno:«Lo importante en un director es su nivel musical, no su pasaporte»
El músico comparte la necesidad de cubrir cuanto antes la titularidad de la Orquesta de la Comunidad

El año 2014 marcó un punto de inflexión en la carrera deGustavo Gimeno. En febrero, debutó como director de la Orquesta Real del Concertgebouw, considerada una de las mejores formaciones del mundo. Lo hizo sustituyendo al reputado maestro Mariss Jansons, retirado temporalmente por motivos de salud.
A partir de ese momento, las ofertas no han cesado: se ha puesto entre otras al frente de la Filarmónica de Munich y la de Sttutgart, y a partir de la temporada que viene será titular de la Filarmónica de Luxembugo. Los logros de este músico de 38 años llegaron a oídos de la consellera de Cultura, María José Catalá, que vio en él la oportunidad de poner a un valenciano al mando de la Orquesta del Palau de les Arts.
Gimeno, que ha desmentido en diversas ocasiones su intención de asumir este puesto, no comparte la preocupación por el origen. «Lo importante es trabajar al mejor nivel y no el pasaporte. Estoy muy orgulloso de ser valenciano, pero no entiendo el mundo de la música de esa forma. Tengo una relación con esta orquesta, y me gustaría mantenerla, pero también me sucede con otras», explicaba el director a ABC el pasado viernes en uno de los camerinos del Palau de les Arts.
Sí coincide en la necesidad de cubrir cuanto antes la titularidad de la Orquesta de la Comunidad. «Tener a alguien motivado e involucrado es importante, no solo para que la formación encuentre poco a poco su sonido, sino para establecer una forma de trabajo. A veces, estando diez semanas, pero de verdad, es suficiente».
El 8 de marzo en Les Arts
Tras dos décadas viviendo en Amsterdam, Gimeno ha retornado a su ciudad natal para debutar en la ópera con «Norma», una tragedia compuesta por Bellini y fundamental dentro del repertorio romántico italiano. Se ha propuesto dejar su sello en esta primera experiencia en el foso el 8 de marzo: «Muy a menudo se ha dirigido “Norma” como si fuera posterior al verismo de Verdi o Puccini, cuando en realidad se compuso antes, en 1830. No me gustaría olvidar eso. No quiero que suene a “Turandot” ni a “Tosca”, porque estéticamente es muy diferente».
El joven maestro es consciente de la expectación que ha generado su visita. «Entiendo que haya expectación, es un título importante en la historia que no ha sonado antes en esta ciudad. Pero la verdad es que lo único que me preocupa es estar a la altura», dice.
Gimeno ha desarrollado la mayor parte de su carrera como percusionista en la Orquesta Real del Concertgebouw, pero inmediatamente decidió formarse como director en el conservatorio de Amsterdam. «Al principio lo hice como hobby, porque quería disfrutar la música con más profundidad. Nunca he tenido sueños concretos, solo ser mejor músico. Luego la vida me fue llevando hasta aquí», apunta. El primer paso ha sido el repertorio sinfónico, pero su objetivo claro para los próximos años es «dirigir ópera de manera regular».
Sus mentores
Aparte de Jansons, el principal mentor de Gimeno fue el ya fallecido Claudio Abbado, a quien asistió en la Orquesta de Santa Cecilia, en la Orquesta Cámara Mahler y en la del Festival de Lucerna. «Aprendí de los dos un montón de cosas. Recuerdo a ambos como gente honesta, muy estudiosa y que siempre escuchaban a los demás porque pensaban que siempre podían aprender». De Abbado le llamaba la atención «su capacidad para ser grande sobre un escenario, pero también hacerse pequeñísimo cuando quería. Podía estar en una habitación ofreciendo chocolate a sus invitados o viendo un partido de fútbol entre mucha gente sin hacerse notar».