«Mudanza» en el despacho del Monarca

El despacho que Don Juan Carlos ha utilizado en Zarzuela durante los 39 años de reinado ya está a disposición del nuevo Rey. En la mañana de ayer se retiraron las fotos, los libros y los objetos personales que el Monarca había acumulado a lo largo de casi cuatro décadas. También se retiró el inmenso cuadro de Salvador Dalí, «El atleta cósmico», que ha servido de fondo para numerosas audiencias.

Todo indica que Don Juan Carlos habilitará un nuevo despacho en alguna dependencia del Palacio de La Zarzuela, pero todavía no se ha anunciado dónde estará. Don Felipe, por su parte, no quiso tomar posesión de este despacho ayer y ha esperado a que la pasada medianoche fuera efectiva la abdicación de Don Juan Carlos. Poco a poco, irá colocando los libros, ordenadores, fotos y recuerdos que tenía en su anterior despacho y otros muchos más. Este se encontraba en una pequeña habitación situada en un semisótano del Palacio, con una ventana que daba al hueco que quedaba debajo de las escaleras del jardín.

El despacho del Rey ha sido testigo de los acontecimientos más importantes de la historia reciente, desde los esfuerzos del Rey por parar el intento del golpe del 23-F a las miles de reuniones con los seis presidentes de Gobierno de la democracia. En él se ha firmado la casi totalidad de las leyes y los reales decretos de los últimos 40 años. Pero a este despacho también pasaba Don Felipe cuando era un niño a saludar a su padre y, en ocasiones, ambos acababan jugando en la alfombra. A partir de hoy, es Don Felipe quien se sienta en el sillón que hay tras la mesa del despacho.

Aunque es amplio y luminoso, lo que más llama la atención cuando se accede al despacho del Rey son sus dimensiones, pues es notablemente más pequeño que los de muchos empresarios, políticos y profesionales españoles. Allí, Don Juan Carlos ha pasado varias horas cada mañana y cada tarde, y ahora lo hará Don Felipe.

Durante el tiempo que lo ha utilizado Don Juan Carlos se notaba que era un despacho vivido en el que se mezclaban los muebles y cuadros de Patrimonio Nacional con los objetos personales. Don Juan Carlos utilizaba un cómodo sillón de cuero de color marrón y patas con ruedas y a su espalda se podía ver un cuadro del Infante Don Felipe, futuro Duque de Parma, obra de Jean Ranc, que Felipe VI podría mantener o sustituir.

Desgastado por el uso

El tapete de cuero de la mesa que utilizaba Don Juan Carlos estaba desgastado por el uso, igual que el ejemplar de la Constitución, editado en 1981 y encuadernado en piel de color rojo, con el que trabaja habitualmente. En la mesa no había teléfonos ni ordenadores (estaban en una mesita auxiliar para ello); solo carpetas, papeles, libros, una lámpara, un reloj y algunos objetos. Don Felipe, sin embargo, usa menos papel que su padre y prefiere guardar los documentos que lo permiten en soporte digital.

Don Juan Carlos tenía en su despacho una foto del Papa y muchas imágenes familiares, la mayoría con entrañables dedicatorias. Había fotografías de su padre, Don Juan de Borbón, dedicadas meses antes de su fallecimiento: «Para Juanito, con todo mi cariño». También había una imagen de su madre, Doña María de las Mercedes, y otra foto, veraniega e informal, de la Reina, guapa y sonriente.

Del entonces Príncipe tenía varias fotos: una cuando era muy joven —con el uniforme de marino— y estaba embarcado en el «Juan Sebastián Elcano»; otra con Doña Letizia, tomada el día de la petición de mano, y una tercera en la que se veía a Don Felipe con el Rey y con la Infanta Leonor, los tres eslabones de la Dinastía. También estaba la Infanta Sofía, de bebé.