formación & empleo
La mitad de los científicos españoles en el extranjero «quiere pero no puede» volver
La colaboración con ellos paliaría al menos los efectos negativos de la fuga de cerebros, según el proyecto «Brain Gain»
El 52% de los investigadores españoles en el extranjero «quiere pero no puede» volver a España para seguir desarrollando su carrera profesional. Y el 57% considera que su colaboración con nuestro país es escasa. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), junto a otras universidades y centros de investigación españoles, con el objetivo de «determinar cuál es el nivel de colaboración entre estos investigadores y el sistema nacional de I+D+i, para estudiar cómo mantenerlo o incrementarlo, como paso previo a la articulación de políticas generadoras de una adecuada atracción del conocimiento científico nacional e internacional».
Esa falta de colaboración entre nuestra comunidad científica en el exterior y las instituciones españolas es el principal impedimento para la adopción de un enfoque «Brain Gain» (Ganancia de cerebros) en nuestro país. Una iniciativa que, según el citado informe, contribuiría a paliar el «gap» en investigación e innovación que ha causado a la economía española la «salida obligada» de profesionales altamente cualificados, especialmente a raíz de la crisis y a consecuencia de los recortes aprobados por el Gobierno.
Fuga de cerebros
«España no puede permitirse el lujo de perder los contactos en el exterior, ya que esa colaboración reduciría los efectos de la fuga de cerebros y mejoraría nuestra competitividad». Pedro Aceituno, profesor de Creación, Gestión y Organización de Empresas de la UDIMA e investigador principal del estudio, lanzó una vez más esta advertencia hace unos días durante la presentación de los resultados del informe.
La tesis fundamental de este proyecto parte de la base de que los científicos nacionales que realizan su actividad en otro país no suponen una pérdida definitiva de talentopara el país de origen, sino que su potencial puede ser aprovechado a través de redes y apertura de vías de colaboración entre estos científicos y las instituciones investigadoras en sus países de origen. Según Aceituno, el «enfoque “brain gain” supone una apuesta por la colaboración con los científicos en el exterior para el enriquecimiento mutuo. Entre sus ventajas están las económicas, ya que articular estas vías de colaboración resulta mucho menos costoso que la repatriación».
Para el profesor, «las intenciones de regreso de nuestros investigadores en el extranjero -un 52,25% «quiere y no puede»- proporcionan un amplio margen para que las políticas de colaboración puedan actuar y surjan las nuevas oportunidades que puedan facilitar el regreso». Una circunstancia que, para el 97,7% de los encuestados, pasa por una «financiación estable» y un salario acorde con la experiencia y conocimientos (94,7%).