La mitad de las multas no se recurren porque no llegan al interesado

Cada año se inician en España unos 15 millones de procedimientos sancionadores, de los que unos 5 millones corresponden a la Dirección General de Tráfico, y el resto a otras administraciones autonómicas o locales con competencias en materia de tráfico.

Son datos que nos ha facilitado desde Automovilistas Europeos Asociados. Su presidente, Mario Arnaldo, estima que la mitad de estas denuncias están relacionadas con el exceso de velocidad. Y el 90 por ciento del total no son notificadas en el momento de la infracción.

Esta circunstancia provoca, según Arnaldo, que «no se recurran más de la mitad de las multas directamente porque no llegan al conocimiento del interesado». La primera noticia se suele recibir «a través de Hacienda, que nos avisa vía apremio que debemos de abonar la multa, con un recargo del 30 por ciento».

Se trata de una situación recurrible, según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), ya que «no se está cumpliendo con la legislación. La DGT tiene que intentar notificar la multa al interesado, pero en muchas ocasiones directamente lo hace vía edictal con una notificación de embargo, dejándonos indefensos».

Coinciden con este diagnóstico desde la empresa Dvuelta, especializada en la gestión y recurso de multas de tráfico. Elena Grande, la responsable de su Área Jurídica, nos recuerda que «la DGT, como cualquier otra administración, tiene que cumplir un procedimiento legalmente establecido para practicar las notificaciones».

Esto quiere decir que si en dos intentos de notificación personal el interesado no se encuentra en su domicilio, publicarán las notificaciones vía edictal. Hasta es posible que nos enteremos de la existencia de la multa cuando esta ya está en vía ejecutiva o directamente porque se practique el embargo en la cuenta corriente del denunciado.

A la hora de actuar ante una situación de este tipo, sin embargo, desde AEA y desde Dvuelta la respuesta es bien diferente.

Según Mario Arnaldo, en los últimos tiempos han proliferado las «empresas quita multas, que no son más que rellenadotes de impresos». Alerta en este sentido de alguno de los servicios ofertados, como el de búsqueda de sanciones en los diferentes boletines. El presidente de AEA asegura que «si el organismo correspondiente no ha realizado los intentos obligatorios de informarnos de la multa, no puede recurrir directamente a Hacienda. La multa es recurrible». Entiende por lo tanto, que disponer de una empresa que busque nuestras sanciones por Internet puede ser perjudicial «porque se puede entender que de este modo nos damos por enterados de una multa que si nos llegase vía hacienda la podríamos recurrir».

Sin embargo, desde Dvuelta nos advierten de todo o contrario. «Al localizar las notificaciones de nuestros asociados en los boletines oficiales, nuestros abogados estudian la procedencia o no de presentar escrito». Porque nos aseguran que en muchas ocasiones la administración ha notificado correctamente y el particular o bien no ha recogido las notificaciones, o no las ha recibido porque ha cambiado de domicilio y no lo ha comunicado. En este caso, aseguran «hay que recurrir las notificaciones encontradas en los boletines para intentar ganar la multa».

Los recursos con más posibilidades de éxito

En cuanto a las multas en sí, la mayor parte se refieren a excesos de velocidad. Y en cuanto a la posibilidad de ganar un recurso a la administración, existen diferentes posibilidades.

Desde Automovilistas Europeos Asociados Mario Arnaldo nos

explica que « muchos de los radares de los que hoy en día nos encontramos en las carreteras no están aplicando correctamente los márgenes de error», por lo que en este factor encontramos uno de los posibles argumentos para intentar echar un pulso al organismo sancionador.

La responsable del Área Jurídica de Dvuelta nos aclara que las multas con más posibilidad de éxito al ser recurridas son «las tipificadas como leves, es decir, que no llevan retirada de puntos y cuya cuantía económica va de 1 a 100 euros». Y en gran medida, la posibilidad de éxito se debe al gran volumen que representan este tipo de multas.

Nos lo explica con un ejemplo. «Sólo el ayuntamiento de Madrid pone millones de multas a diario, la mayoría leves. Por lo tanto las que más se ganan son las multas de estacionamiento formuladas con conductor ausente». Y esto es así por que la Administración debe averiguar quién es el conductor responsable de dichas infracciones y el procedimiento se alarga, por lo que es más fácil que la infracción prescriba.

También Automovilistas Europeos Asociados anima a recurrir las denuncias formuladas por los agentes sin parar al conductor, ya que «según el artículo 76 de la Ley de Seguridad Vial, las denuncias se notificarán en el acto al denunciado y solo se notificarán en un momento posterior cuando la detención del vehículo pueda suponer un riesgo para la circulación». Y estas circunstancias no se dan, por ejemplo, en la mayoría de los casos de multa por mal aparcamiento.

Facilidades para recurrir

En cuanto a los recursos en sí, la propia DGT dispone en su página web de formularios para realizar las reclamaciones que se consideren oportunas. Aunque es posible que nos cueste trabajo encontrar el apartado correspondiente.

No es necesario, en principio, la asistencia de un abogado. No obstante, nos aclaran desde Dvuelta que «en la mayoría de los casos el ciudadano común no tiene conocimientos jurídicos y no sabe lo que es mejor para su defensa ni dominan el procedimiento para hacerlo».

Es más, en algunas ocasiones «ni el personal administrativo está al tanto del procedimiento». Y aunque la nueva Ley de Tráfico trata de unificar criterios, hoy por hoy cada administración funciona de forma distinta en cuanto a plazos, forma de presentar los escritos y sanciones.