El ministro de Fomento, José Blanco, se ha esmerado esta semana en Zaragoza por defender la construcción del Corredor Mediterráneo como nuevo gran eje ferroviario de conexión con Francia para el transporte de mercancías. Su ímpetu con este proyecto contrasta con su más leve esfuerzo por arrancar compromisos en firme para que se haga realidad la Travesía Central del Pirineo, que lleva años incluida como obra estratégica en la Red Transeuropea de Transportes pero que, a estas alturas, sigue anclada en la fase de estudios previos.
Que Blanco se haya esforzado tanto por el Corredor Mediterráneo y que lo haya hecho justo en Zaragoza, en la Cumbre de Ministros de Transportes de la UE celebrada entre ayer y el martes, ha dejado mal sabor de boca en Aragón. El PP ha acusado al ministro de «sacrificar» a esta Comunidad en beneficio de los intereses de Cataluña y por mero «electoralismo» del PSOE. El portavoz aragonés del PP, Eloy Suárez, ha calificado esta cumbre ministerial de «estrepitoso fracaso para los intereses de Aragón y para el equilibrio de las comunicaciones logísticas en España».
La Comisión Europea insiste en que se deben cribar los proyectos porque escasea el dinero
Esta última consiste en un gran túnel a través del Pirineo aragonés, para permitir el paso de un corredor ferroviario desde París hacia Zaragoza y Madrid y, desde allí, un ramal hacia Sines (Portugal) y otro hacia Algeciras.
La Travesía Central sí está en la Red Transeuropea, pero no el Corredor Mediterráneo. Sin embargo, Blanco aseguró ayer que el Gobierno español pedirá «formalmente» que el eje ferroviario por el Mediterráneo se incluya en la Red Transeuropea de Transportes.
El ministro sigue sosteniendo que el paso por el Pirineo y el corredor desde Andalucía a Francia por Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña no son incompatibles. Sin embargo, el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, ha dejado claro estos días en Zaragoza que la financiación escasea, así que hay que marcar prioridades. Dicho de otra forma, que habrá que elegir claramente por qué proyectos se apuesta.
Cuestión de los gobiernos
Respecto a la inclusión de nuevos proyectos en la Red Transeuropea —listado que está en proceso de revisión y que quedará cerrado el próximo año— es posible, pero dependerá de los gobiernos implicados. Aplicado esto al caso español significa que tendrá que apostarse por un proyecto o por otro, por el Pirineo o por el Mediterráneo, que tendrá que aclararse el Gobierno español y que tendrá que hacerlo con el Ejecutivo francés.
Mientras José Blanco repetía su discurso de que uno y otro son «proyectos prioritarios» para España, y que a nivel nacional habrá que anteponerlos a otras obras de comunicaciones, Kallas insistía en que al final es cuestión de dinero y eso obliga a elegir con claridad: la financiación de los proyectos es un asunto «capital» porque la situación presupuestaria no es «halagüeña».